El mapa de las restricciones para tratar de contener la tercera oleada del coronavirus en Galicia trae importantes cambios en lo relativo a la movilidad a partir de esta medianoche, cuando entren en vigor las últimas medidas propuestas por el comité clínico que asesora al Gobierno gallego. La resaca de las fiestas navideñas, que suponen un empeoramiento de la situación epidemiológica en el área sanitaria, hizo ayer a Sanidade disolver la almendra que hasta la fecha mantenían Pontevedra, Poio y Marín: a partir del viernes ya no estará permitida la circulación de sus vecinos entre estos tres municipios, excepto por causa justificada (sanitarias, laborales y de asistencia a mayores o menores). ¿El motivo? Para Sanidade cada uno de estos concellos se encuentra en un escenario diferente en relación a la incidencia del virus.

Con carácter general, la Xunta decidió ayer que toda Galicia debe pasar como mínimo al nivel medio-alto de alerta, esto es, el segundo más duro. En este escenario las reuniones están limitadas a cuatro personas no convivientes, se permite la apertura de la hostelería hasta las 18:00 horas (con un aforo del 50% en terraza y de un 30% en interior) y la movilidad está permitida entre ayuntamientos de este grado. En este nivel pasan a estar concellos como Marín y Sanxenxo, que recuperan la libre circulación, aunque la recomendación es la de evitar al máximo las salidas.

La gran mayoría de los ayuntamientos del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés se encuentran a partir de mañana en esta situación, un total de 19 municipios entre los que se incluye la propia Boa Vila. Sin embargo, el concello de Pontevedra se encuentra en un escenario intermedio entre el nivel medio-alto (en el que ya se encontraba) y el de riesgo extremo. Debido al “volumen de tráfico”, según explicó el presidente Alberto Núñez Feijóo, el municipio se mantendrá cerrado perimetralmente. Es decir, quedan prohibidas las entradas y salidas a Pontevedra si no es para ir a trabajar o a un centro de estudios, acudir a una cita médica o para asistir a personas mayores o menores. Además, el comité clínico mantendrá a la ciudad bajo vigilancia especial. Según explicó Feijóo, Sanidade valoró ayer la “posibilidad de elevar las limitaciones al máximo por su situación preocupante”, pero se decidió mantener la situación actual a petición del alcalde.

En el caso contrario se encuentran los municipios de Poio, Caldas de Reis y Cuntis en los que se eleva el nivel de restricciones al máximo establecido por la Xunta. En este caso, sí se restringe la movilidad por municipios, los aforos en centros comerciales se reducen del 50% al 30% y la hostelería solo podrá servir en terraza (hasta las 18:00 horas con aforo del 50%) o a domicilio (sin limitación horaria). Por lo demás, se mantienen las reuniones de no convivientes a cuatro personas y el toque de queda de 6:00 a 22:00 horas, ampliándose en un hora.

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En este nuevo contexto de endurecimiento de las restricciones, desde Gobierno local de Pontevedra pidieron a los pontevedreses “que sigan manteniendo un comportamiento responsable” y a la Xunta que “simultáneamente a las restricciones vayan anunciadas las medidas económicas” para los sectores más afectados. Así lo dijo ayer la edil Carme da Silva, que lamentó la falta de previsión para las ayudas por parte del Gobierno autonómico. Si el martes el alcalde de Pontevedra valoraba “pros y contras” de un confinamiento aislado del municipio, bueno para la salud pero malo para la economía, ayer la concejala fue un paso más allá. “Durante todas las navidades ya sabían que iba a haber esta oleada después. Tuvieron tiempo para organizar y para haberse preparado para la publicación en el DOG la puesta en funcionamiento de carácter inmediato de las medidas económicas para los sectores más afectados”, reprochó Silva.

“Durante todas las navidades ya sabían que iba a haber esta oleada después. Tuvieron tiempo para organizarse y publicar en el DOG medidas económicas para los sectores más afectados”

Por su parte, el alcalde de Poio, ante la entrada de su concello en el nivel máximo de alerta pidió a las autoridades sanitarias que se haga un “cribado masivo” entre la población. Además de un llamamiento a “replegarnos”, Luciano Sobral anunció que valoran endurecer las medidas de la Xunta en espacios como los deportivos.

Por último, la relajación de las medidas en ayuntamientos como Marín o Sanxenxo fue tomada con prudencia por parte de sus regidores. “Es una buena noticia que estemos en el nivel medio-alto porque venimos del alto”, aseguró Telmo Martín, quien pidió precauciones a “propietarios de establecimientos que vayan a abrir” y a los “ciudadanos que vaya a usar los locales”. “Por favor, que sean muy exigentes a la hora de cumplir todas las normas”, pidió el alcalde de Sanxenxo mientras en Marín, su regidora pidió a los ciudadanos “quedarse en casa”. “Aunque se permita la movilidad entre ayuntamientos de nuestro nivel, utilicémosla con prudencia”, recomendó Ramallo.

La Xunta eleva el nivel de alerta máxima en siete concellos del área sanitaria

A partir de esta medianoche, un total de siete concellos del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés pasarán a estar en el nivel de alerta máxima por la alta incidencia acumulada del coronavirus. A Poio, Caldas de Reis y Cuntis, los únicos tres municipios de la comarca pontevedresa en riesgo extremo, se les sumarán otros cuatro: Bueu, Vilanova, Vilagarcía y A Illa de Arousa. A excepción de Bueu, que ya se encontraba con las limitaciones más duras contempladas por la Xunta, en el resto Sanidade considera insuficiente el nivel en el que se encontraban: el básico. Estos siete municipios forman parte de los 60 sobre el conjunto de Galicia que, hasta febrero, permanecerán aislados.

A excepción de Pontevedra, se permite la movilidad entre Marín, Sanxenxo, Vilaboa, Pontecaldelas, A Lama, Cercedo-Cotobade, Campo Lameiro, Moraña, Portas y Barro

“Estamos hablando de 33 concellos de más de 10.000 habitantes que presentan una incidencia acumulada a 14 días superior a 250 o que evolucionan rápidamente cara ese nivel. Y a ellos se les suman otros 27 municipios de menos de 10.000 habitantes es los que el comité considera necesario que tengan restricciones de nivel máximo y limitada a movilidad”, justificó Alberto Núñez Feijóo. En el otro escenario, quedan por tanto un total de 19 concellos del área sanitaria.

A excepción de Pontevedra, será permitida la movilidad en los municipios de Marín, Sanxenxo, Vilaboa, Pontecaldelas, A Lama, Cercedo-Cotobade, Campo Lameiro, Moraña, Portas, Barro, O Grove, Soutomaior, Forcarei, Meaño, Meis, Catoira, Cambados y Ribadumia. En el lado negativo, en todos ellos se pierde la posibilidad de mantener abierta la hostelería hasta las 23:00 horas, incluso en municipios donde en los últimos 14 días Sanidade no notificó ningún contagio, como es el caso de A Lama.