La irrupción de la tercera ola ha llevado a la Xunta a tomar nuevas restricciones, las más severas impuestas hasta la fecha por el Gobierno gallego. El presidente ha anunciado esta mañana la disolución del cierre perimetral que permitía la circulación entre los concellos de Pontevedra, Poio y Marín para confinar en solitario a la capital del Lérez y a Poio Es decir, desde la medianoche del jueves al viernes solo se podrá entrar o salir de la Boa Vila y del concello vecino por motivos laborales, educativos o sanitarios.

Pontevedra se mantiene en nivel medio-alto de restricciones, aunque bajo la vigilancia del comité clínico. Según ha explicado Feijóo, Sanidade valoró la "posibilidad de elevar las limitaciones al máximo por su situación preocupante" pero tras reunirse con Lores se decidió mantener la situación actual a petición del alcalde. Así pues, el presidente gallego no descartó que en los próximos días pueda cambiar la situación. Por el contrario, Poio se halla entre los 60 municipios bajo máximas limitaciones.

En situación diferente quedan Marín y Sanxenxo, ambas en nivel medio-alto pero sin cierre perimetral, es decir, que sus vecinos podrán acudir a otras localidades con el mismo rango de restricciones pero bajo recomendación de desplazarse solo para lo esencial.

Feijóo ha hecho la "recomendación" de reducir la actividad a "lo esencial", como es "acudir al médico, colegios, cuidado de mayores y menores, acudir a comercios a comprar enseres indispensables y acudir con normalidad al trabajo", si bien en este punto ha hecho hincapié en que "siempre que sea posible" se recupere el teletrabajo.

Así, en toda Galicia hay 60 concellos que pasarán este viernes al nivel máximo de restricciones, dentro del área sanitaria de Pontevedra: Poio, Bueu, Vilagarcía, Vilanova, A Illa, Caldas y Cuntis. El resto de la comunidad estará en el rango medio-alto.

Reuniones de 4 personas y toque de queda a las 22 horas

Entre las nuevas medidas destaca el endurecimiento en cuanto a las reuniones sociales y familiares. Pasarán a tener un límite de cuatro personas en todo el territorio gallego, bien sean de carácter público o privado y, además, se desaconsejan los encuentros con personas no convivientes a partir de las 18 horas. Aunque Feijóo hizo extensible esta recomendación a todo el día.

El toque de queda se adelanta a las 22 horas y se mantiene hasta las 6 horas, los comercios cerrarán a las 21.30 horas y la hostelería a las 18 horas. Feijóo ha pedido "no sustituir" estos encuentros en los bares y restaurantes en los domicilios privados, esto es, no realizar reuniones de no convivientes entre las seis y las 22 horas.

Aforos

Los capacidades permitidas en la hostelería dependerán del nivel de restricciones impuestas en cada concello. Así, en los ayuntamientos con limitaciones máximas sólo se podrá mantener la actividad en las terrazas y con un aforo del 50% (Poio, Bueu, Vilagarcía, Vilanova, A Illa, Caldas y Cuntis); mientras que, los que se encuentran en el estadio medio-alto, se podrá atender en el interior hasta el 30% del aforo y el 50% en el exterior (Pontevedra, Marín, Sanxenxo, Vilaboa, Barro, Portas, Cerdedo-Cotobade, Campo Lameiro, Moraña, A Lama y Ponte Caldelas).

Los locales comerciales mantendrán la reducción de su aforo al 50% y se reforzará la vigilancia en centros comerciales, donde queda prohibido permanecer en las zonas de uso común.