Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La falta de relevo generacional hace caer un 28% la venta de pescado en las lonjas

La escasez de tripulación obliga al sector a reorganizarse y a salir menos al mar

Una mujer poniendo hielo ayer encima de varias bandejas de pescado en la lonja de Portonovo. // Rafa Vázquez

Caída importante de las ventas en las lonjas de la ría de Pontevedra en el último año. Ronda el 28 por ciento menos en kilos y alrededor de un 24 por ciento menos en euros. El principal motivo es la falta de relevo generacional y la pérdida de flota de bajura, que ha comenzado la transformación orientada a embarcaciones más pequeñas con menos tripulación para poder salir adelante.

El año que acaba de finalizar se cerró con 3,6 millones de kilos de especies vendidas en las lonjas de Portonovo, Marín, Campelo y Pontevedra (Plaza de Abastos). Son casi un millón y medio menos de kilos respecto al año anterior, 2018, cuando se habían superado los 5 millones. Esto supone un descenso de un 28 por ciento.

De igual forma, en cifras económicas, la reducción supera el 24 por ciento, al pasar de más de 13 millones de euros en venta el año anterior a los algo menos de 10 millones de 2019.

Juan José Besada, patrón mayor de la cofradía de San Roque de Portonovo, reconoce que se trata de una pérdida importante y la achaca a la falta de tripulación en general. "Aquí el problema es el falta de relevo generacional", asegura.

La cofradía de Portonovo, la que más cantidad de pescado mueve en la comarca pontevedresa, cuenta ahora mismo con dos barcos menos: el "Sin querer", que sufrió un naufragio a finales de 2018, y otro que se vendió y actualmente faena en Camariñas, en la Costa da Morte.

"Perdimos mucho en capturas al contar con dos barcos menos", recuerda Besada.

Suman todavía una treintena de embarcaciones, de diferentes tamaños. Los de mayor tamaño superan los 20 metros de eslora y cuentan con 16 tripulantes. Pero son los menos, ya que la mayoría tienen dos o tres tripulantes.

"Yo mismo tengo un barco de 15 metros y antes contaba con seis hombres, pero ahora solo tres. No hay tripulantes, no es porque no haya trabajo. A veces te gustaría salir más afuera pero no puedes porque es muy difícil hacer todo el trabajo de puente y cubierta con tan pocos hombres. Esto, al final, provoca que salgamos menos", reconoce. "Para el cerco son necesarias unas ocho o diez personas", añade.

El sector se mantiene gracias al esfuerzo de aquellos que llevan años en la pesca. También a las nuevas fórmulas. "Muchos optan ahora por vender sus barcos y han comprado planeadoras, en las que van solo dos tripulantes", explica el patrón mayor de Portonovo.

La última generación de marineros es la que ahora ronda los 50 años. "Los más jóvenes que se dedican al cerco consiguen tripulación de fuera, pero para algún tipo de arte tradicional se complica la captura", considera.

"Si tú tienes un barco con 10 o 12 hombres tienes que ir al mar todos los días, sino es muy difícil pagar la Seguridad Social y el seguro", apunta.

Desde la Consellería do Mar se promueven los cursos de formación para que la profesión no se pierda, "pero aún así es muy difícil y la gente no quiere arriesgarse a trabajar en algo en lo que cobra según lo que se captura, es difícil lograr un equilibrio", se lamenta Juan José Besada.

Sardina

Las especies que más han acusado la caída de ventas en la lonja de Portonovo son la sardina y la xarda pintada.

De la primera el año pasado se vendieron cerca de 54.000 kilos a un total de casi 92.000 euros, a una media de 1,71 euros el kilo en lonja. Pero el año anterior las cifras habían sido muy superiores: casi 85.000 kilos y más de 100.000 euros.

Por su parte, la xarda pintada pasó de 1,8 millones de kilos y más de 831.000 euros a 981.000 kilos y menos de 500.000 euros.

"La sardina cayó porque se bajaron las cuotas de captura y después no había reducción de cuota pero no se podía salir a por ella", aclara el patrón mayor.

Otras como el jurel o la merluza, por el contrario, aumentaron en presencia en la lonja de Portonovo. También es el caso de la raya y del lenguado.

Compartir el artículo

stats