Pedaladas está de acuerdo en que las bicicletas no circulen por las aceras, pero subraya que esa solución no resuelve las circulaciones a contramano y provocan que "muchos usuarios no van a querer ir por la calzada en calles con mucho tráfico porque son muy vulnerables", un problema que advierte también en los patinetes eléctricos y otros Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Por ello, la solución pasa por crear carriles específicos que permitan circular en las dos direcciones y separados del tráfico a motor.

Enrique Pérez señala que los "excesos" que puedan ocurrir con un patinete eléctrico, por exceso de velocidad, "se deben resolver con educación" y también con sanciones "tanto a estos usuarios como a los ciclistas como a cualquiera que cometa desmanes".

El documento del ingeniero de caminos Fernando Nebot, que ya hizo un trabajo parecido para la Diputación, deja claro que la convivencia entre peatones y ciclistas debe regularse, hasta el punto de que propone prohibir completamente el paso de las bicis por las aceras (salvo excepciones con menores acompañados) y sitúa en 10 kilómetros/hora la velocidad máxima de estos vehículos (y de cualquier otro) en los "espacios de convivencia".

Regulación

Mientras se extrema el control sobre las bicicletas, se alerta de que entrar a regular con detalle el uso de otros vehículos, en especial los patinetes eléctricos, puede ser más complejo al no existir una normativa general aplicable. En todo caso, las normas para las bicis serían aplicables a los denominados Vehículos de Movilidad Personal (VMP).

Aún así, cree que "entrar a regular el uso en el espacio público de estos vehículos es tal vez una labor excesiva para el Concello, pero también dice que "no se aconseja la autorización por el Concello del uso de este tipo de vehículos". Pero también opina que sería conveniente aplicar a estos VMP las mismas limitaciones que a las bicicletas.