No es la primera vez que José L.M. sufre quemaduras por un accidente en un barco. En septiembre de 2015 formaba parte de la tripulación del atunero Campolibre Alai, cuya caldera explotó mientras él estaba de guardia, provocándole graves quemaduras. Entonces, el mecánico de Combarro fue trasladado al hospital Victoria, en las islas Seychelles, donde permaneció sedado tras retirarle la piel afectada por el incendio.

José L.M. trabajaba como engrasador del barco y en el momento de la explosión se encontraba a pocos metros del origen de las llamas, lo que le provocó heridas de gravedad en los brazos, las piernas y la cara. Su evolución fue favorable y en ningún momento se llegó a temer por su vida.

Tuvo mala suerte, pues tenía previsto jubilarse cuado terminara aquella campaña, que confiaba en que fuese su última marea. Sin embargo, el armador del atunero había pedido a la tripulación que prolongase su estancia un mes más para adiestrar en el manejo del buque a los nuevos marineros.