Los vecinos de Lourizán ya expresaron en varias ocasiones, en las asambleas de la comunidad de montes, su rechazo "casi unánime" a convivir con esta depuradora, con acuerdos de un "posicionamiento público en contra de la ampliación" de esa planta o cualquier otro proyecto que suponga su continuidad en su actual emplazamiento.

Esta desacuerdo volvió a ponerse de manifiesto ayer. Entre los vecinos de Placeres se da por hecho que la ampliación será en el antiguo campo de fútbol, una opción a la que se oponen de plano. "Que se haga lo más alejado de las casas" ya que en caso contrario "estaríamos rodeados por esa planta, el tren y la autovía". La única opción, de mantener la ubicación actual, es que "se negocie con Ence para ampliarla hacia sus terrenos", sostienen los afectados.

Lo que está claro es que los vecinos no admiten que "el modelo de saneamiento pase por que los residuos de Marín, de Poio, de parte de Vilaboa o del polígono de A Reigosa acaben en Placeres, en dominio público marítimo-terrestre, lo que sin duda supone una bomba de relojería para el malogrado banco marisquero".

"Es un plan a 25 años y deben pensar en los vecinos", apuntó la patrona mayos de Lourizán, María del Carmen Vázquez, que también expresó su queja por la ausencia en la cita de ayer de la conselleira de Medio Ambiente , Beatriz Mato.