"Que repitan todos los conselleiros tiene una lectura positiva, y es que ya conocen de primera mano las necesidades y demandas de Pontevedra". Así analiza el alcalde, Miguel Fernández Lores, el arranque de la nueva legislatura de la Xunta, en la que no hay caras nuevas, la primera, la del presidente, Alberto Núñez Feijóo. Pese a esa total continuidad, el gobierno local ya prepara su estrategia de propuestas al nuevo ejecutivo autonómico, que pasa, de entrada, por "confirmar el clima de acercamiento" que se advirtió desde la precampaña electoral, pero sobre todo por poner de nuevo sobre la mesa las principales peticiones municipales.

Con proyecto ya encaminados como el hospital único en Montecelo o el segundo edificio judicial ya en obras, la apuesta de Lores para su nueva entrevista con Feijóo -la última de carácter institucional fue en julio de 2015, tras la reelección del alcalde- pasa por intensificar el modelo urbano mediante actuaciones de seguridad vial y complementarias. La ejecución de la variante de Alba y la reordenación completa de la circulación ante las estaciones de tren y autobús son dos de las prioridades para la próxima legislatura. Se trata de dos actuaciones que la Xunta ya ha incluido en sus planes, pero es necesario concretarlas con detalle.

Propuestas viarias

La variante de Alba es una vieja demanda municipal para unir las carreteras de Vilagarcía y Santiago mediante un nuevo vial que sustituya a la sinuosa e insuficiente PO-225 y que serviría además como un nuevo tramo de la ansiada ronda urbana, cuyo primer tramo, entre O Marco y San Mauro deberá ejecutar la Diputación cuando disponga de los permisos ambientales. Pero al margen de buscar una solución al tráfico, la pretensión municipal es mejorar el paso peatonal por la zona, que forma parte del Camiño Portugués a Santiago y los peregrinos deben circular por un tramo muy peligroso sin aceras ni arcén.

La actuación, cuando finalmente se ejecute, se llevará a cabo a lo largo de 850 metros y, según insistió en su día la Xunta, complementaría la mejora de la capacidad de la PO-531, entre Pontevedra y Curro. Sin embargo, esta segunda actuación también permanece en un cajón desde hace años por la falta de presupuesto.

Otra actuación prioritaria relacionada con el tráfico y la preferencia peatonal es lo que la Xunta denomina "estación intermodal" pero que en la práctica consiste en mejorar la conexión a pie entre ambas terminales, situadas en la misma rúa da Estación. Después de unos bocetos iniciales, Xunta y Concello acordaron desviar el paso de autobuses por esa fachada, mediante un nuevo acceso desde la calle Josefina Arruti, y crear una gran plaza pública ante las dos estaciones. No obstante, este acuerdo aún debe plasmarse en un documento, propuesta que Lores llevará a Feijóo cuando se celebre la entrevista.

Unido a este plan se encuentra la puesta en marcha del transporte metropolitano en Pontevedra, un programa aún en estudio pero que podría adaptarse al diseño municipal de optar por el transporte bajo demanda. Al respecto, la Xunta ultima la adjudicación de un informe para planificar el servicio en la comarca, pero todo apunta a que no sería realidad hasta el final de la legislatura.

Reaprovechar los terrenos del abandonado centro lúdico-deportivo de A Parda y conseguir la construcción de un nuevo pabellón de competición, con un anexo de gimnasia, es otra de las prioridades municipales, toda vez que las obras ejecutadas por la Xunta hace una década en esos 33.000 metros cuadrados detrás de la estación ferroviaria están cubiertas de maleza desde hace años. Feijóo ya avanzó en la campaña electoral su apoyo a esta idea, pero sin fijar una ubicación concreta.

Sin duda, la entrevista entre Lores y Feijóo abordará el asunto del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que la Xunta quiere activar desde hace años, mientras que el alcalde aprovechará para recabar el apoyo autonómico al plan municipal de compostaje y a la planta prevista en A Canicouva. También se incidirá en la posibilidad de obtener de nuevo financiación de la Xunta para completar el saneamiento del rural, colaboración que se frenó por el conflicto para actuar en el río de Os Gafos.