-Sabemos que el señor de la tumba era escriba en la mesa de ofrendas del dios Amón Ra de Tebas, lo que implica cuales eran sus cometidos, cómo controlaba las ofrendas del templo, qué tipo de actividades había dentro y, sobre todo, nos ha permitido descubrir un vínculo familiar de otros personajes del periodo para completar un árbol genealógico de una familia que vivió en Tebas en un momento determinado y cuyos integrantes desempeñaron además un papel importante en los altos niveles del clero del dios Amón, que era el poder real en aquel momento. Y lo que nos aporta es una pieza a colocar en un gran puzzle, pero sobre todo los datos de un enterramiento intacto aportan al investigador, al egiptólogo, datos concretos de cómo se hacía este enterramiento, qué ritos funerarios tenían, en qué posición se acomodaba el sarcófago, si mirando hacia el norte, oeste, este etc, una serie de datos que ayudan a comprender un poco más las costumbres religiosas y funerarias de este periodo en concreto, hacia el 800 antes de Cristo, y eso luego en un contexto científico más amplio aporta datos indiscutibles, porque hay veces que nos faltan datos exactos, pero descubriéndolo in situ e investigándolo adecuadamente es un punto de certeza para las investigaciones posteriores del periodo.