Lo dice la tradición y así lo cumplen los vecinos cada año: para quitar el meigallo es necesario dar nueve vueltas alrededor de la capilla y en cada una de ellas tirar una piedra.

La parroquia de Tomeza celebró ayer el día grande de sus fiestas de San Cibrán, una cita ineludible que tiene lugar cada lunes de Pascua.

Aunque parecía que la lluvia iba a aguar la fiesta a los incondicionales de la celebración, finalmente dio un respiro y el programa se pudo desarrollar con pocos cambios. El más significativo fue que la misa solemne de las 13 horas tuvo lugar en el interior del templo, que, debido a su tamaño, se hizo pequeño para acoger a los fieles que asistieron.

Tras el acto religioso, el santo fue sacado en procesión, un recorrido que también fue modificado para evitar que la lluvia estropease la imagen. Así, fue transportado, como es habitual, alrededor de la capilla pero pasando por debajo de la carpa que protegía las mesas en las que el público podía disfrutar de la comida típica gallega, como el churrasco o el pulpo.

Además del recorrido alrededor de la ermita, los creyentes también pueden espantar el meigallo pasando tres veces por debajo del estandarte del santo.

"Lo que es importante, si se quieren dar más vueltas, es que sea siempre un número impar, y siempre en el sentido contrario a las agujas del reloj", explica Jacobo Pérez, miembro de la comisión de fiestas.

Muchos de ellos lo hacen con un ramo con cinco hierbas en la mano: ruda, loureiro, olivo, romero y mama rosa.

El buen comportamiento de las condiciones meteorológicas hizo posible que la agrupación Os chaneiros de Tomeza tocase a mediodía y, al término de la misa de las seis de la tarde, comenzase la verbena con las orquestas Marbella y Jerusalén.

El día anterior, el domingo, se realizó un recorrido por las casas de la parroquia que ayudaron a sustentar la fiesta, a las que se llevó al santo. "Hay personas que quieren que lo introduzcamos en sus hogares, otras que quieren pasar por debajo...", asegura Jacobo Pérez.

Esa noche tocaron las orquestas La Oca Band y Unión y Fuerza y por el día lo hicieron las agrupaciones Canteiros de Tomeza y Terribles de Nantes.

Los organizadores de las fiestas reconocen que en los últimos años el número de personas que asisten ha variado. "Depende mucho de si es día festivo o no. Un simple ejemplo, es que cuando el Lunes de Pascua cae en festivo local, las 2.000 o 3.000 estampas que se entregan no llegan a nada", afirma Pérez.

Además, las panaderías de la parroquia participan entregando roscas de Pascua que se reparten en porciones entre el público.