La revisión de los padrones fiscales de saneamiento y basuras forma parte de la campaña de inspección iniciada por el Concello hace cuatro años para combatir el fraude entre los contribuyentes, una campaña que se centró hasta ahora en impuestos como el de Bienes Inmuebles (IBI) y el de Actividades Económicas (IAE), mediante un análisis de todos los censos fiscales y que permitieron sacar a la luz numerosas anomalías y elevar las respectivas recaudaciones.

En el caso de IBI, estos trabajos ya se dan por rematados, tras una inspección exhaustiva de todas las parroquias y, después, del casco urbano. González Carballo explicó que ya se ultiman ahora las incorporaciones definitivas con el fin de disponer del censo final y realizar una evaluación de una campaña que comenzó en 2102.

Sin embargo, el IAE (impuesto que pagan las empresas que facturan más de un millón de euros al año), la inspección se intensificará a la vista de los buenos resultados de la primera experiencia piloto. En febrero pasado, el mismo concejal explicaba que el análisis realizado a 30 grandes empresas del municipio detectó que 26 de ellas pagaban de menos por este concepto al Concello, lo que supuso unos ingresos para las arcas municipales de 484.500 euros.

Por ello, ahora se ampliará la relación de empresas, que en Pontevedra son algo más de 350, que abonan unos 900 recibos. Esta diferencia se debe a que muchas firmas, como entidades bancarias, disponen de varias unidades impositivas. Estas empresas cotizan al Concello por conceptos como la potencia eléctrica instalada o los metros cuadrados que ocupan y en ambos casos puede haber divergencias entre lo real y lo que se declara.

Paralelamente, se realizan inspecciones "casi diarias" en conceptos como las terrazas de los bares o los vados de los garajes.