La jefa provincial de Tráfico ratificó ayer que la polémica curva de Curro, en la que se produjo un accidente mortal el pasado domingo, está catalogada como uno de los tramos de elevada peligrosidad que acaba de actualizar la DGT.

Por lo tanto, y como el resto de la PO-531 será objeto de control de velocidad a cargo de radares móviles en los próximos meses. También reconoció que con anterioridad existía un radar fijo en una zona próxima a esta curva que ahora parece no estar operativo.

Con todo, recordó que cualquier actuación relativa a mejorar la señalización, el estado de la carretera o a fijar los límites de velocidad corresponden al titular de la vía, que en este caso es la Xunta de Galicia.

Según explicó la jefa provincial de Tráfico, en la provincia son un total de 30 los tramos especialmente peligrosos en los que se incrementará el control por radar. Se incrementaron un total de 9 nuevos tramos y se retiraron cinco con respecto al anterior trimestre. De estos últimos, la mayoría hacen referencia a viales de zonas de costeras que soportan una gran presión de tráfico en verano pero cuya peligrosidad desciende en la época invernal.