Las obras de ampliación del instituto Carlos Oroza, adjudicados por la Consellería de Educación por 1,2 millones de euros en su primera fase y que acaban de comenzar provocan "inseguridad, ruidos y vibraciones" en plenas clases a alumnos y profesores, según denunció ayer CIG-Ensino. Su portavoz, María Rodríguez Martínez, lamentó ayer que la licitación y adjudicación de estos trabajos, a cargo de la empresa Dragados, se activase poco antes del inicio del curso lo que genera situaciones como que la comunidad escolar "tenga que pasar por un entramado de andamios convertidos en escaleras para acceder a las aulas".

Se añade que "las máquinas que realizan las zanjas están penadas a las aulas, provocando situaciones muy difíciles para el desarrollo de las clases", hasta el punto de que "algunas fueron trasladadas a otro edificio de la Ciudad Infantil Príncipe Felipe", si bien las que se quedaron deben convivir con las obras.

También han problemas en la zona de aparcamiento, de ahí que la CIG reproche a la Jefatura Territorial de Educación que "consienta" esta situación. El sindicato pide que "se apliquen todas las medidas correctoras necesarias para garantizar la seguridad de todos los miembros de la comunidad educativa".

La ampliación del centro actual se decidió tras descartarse hace meses ejecutar un nuevo edificio, en unos terrenos reservados para ello en A Parda. Esta actuación inicial incluye la construcción de un nuevo volumen de casi 1.700 metros cuadrados distribuido en bajo más dos plantas. Esta nueva edificación, conectada con el edificio ya existente, acogerá en la planta baja la cocina demostración, economato y almacén con cámaras de frío. En la planta primera se dispondrá un aula-taller de cocina.