La circunvalación se ha diseñado un vial de alta capacidad entre A Ermida, en Marcón, y Vilaboa, con una longitud de 6,5 kilómetros y un presupuesto de casi 95 millones de euros, que cuenta con el beneplácito del Concello de Pontevedra y la Xunta, pero no de Vilaboa y la plataforma vecinal contra la A-57. El documento describe la A-47 como una "vía de alta capacidad y libre de peaje para facilitar la comunicación entre la N-550 y la N-541, dotando de mayor accesibilidad a la zona Este de la ciudad, así como al polígono industrial de O Campiño y a la plataforma logística de A Reigosa".

Las expropiaciones se realizaron hace un año, pero aún no están abonadas y las previsiones inversoras para 2015 reservan 25 millones y otros 70 en el bienio siguiente, pero sin reserva efectiva para acometer los demás tramos, en especial en de A Ermida-Pilarteiros, que supone el segundo tramo de la circunvalación.