Para un profano en el encaje de bolillos, tras observar a una "palilleira" en acción esta técnica se le antoja como realmente complicada y difícil de aprender. Nada más lejos de la realidad. La presidenta de A Fieitiña, Esperanza Marín, además es profesora de encaje y explica que "la cosa es mucha más sencilla de lo que parece". Para convencer a aquellos que no se crean sus palabras los llevaba a la mesa 13 de la reunión de ayer, en donde varios niños "palillaban" junto a sus más experimentadas compañeras, entre ellos uno de tan solo cinco años "al que si le preguntas te podrá explicar las bases del encaje de bolillos de manera perfecta".

Cambios de tendencias

Marín también explica que las nuevas generaciones se interesan por el encaje de bolillos aunque sí que aprecia cambios en el tipo de prendas y objetos que se elaboran. "Antes lo que se hacían eran colchas, sábanas o tapetes, ahora ves que lo que les gusta hacer son piezas que puedan ponerse, como detalles para colocar en camisetas o pantalones, jubones con puntillas, cosas de este tipo", explica.

La muestra también incluye la instalación de puestos de venta de objetos de artesanía o elementos para la práctica del encaje. "Procuramos que sean siempre puestos de venta de artículos relacionados con el encaje en los que la gente pueda adquirir artículos o objetos que no encuentra en sus pueblos y que este evento sirve para ponerlos a su alcance", indica Marín.