El recibo del agua que los pontevedreses abonan cada dos meses, subirá a partir del 1 de julio al menos un 15% debido al nuevo canon del agua que acaba de aprobar la Xunta, un canon que elevará en 61 céntimos el precio del metro cúbico. Así lo calcula el gobierno local, que insiste en pedir la retirada de esta tasa autonómica.

El canon de saneamiento (que ahora se llamará canon del agua) es una cuota fijada por la Xunta y que factura también el Gobierno autonómico, pero que debe gestionar y cobrar cada concello. Según los cálculos municipales, una familia media que consuma entre 25 y 30 metros cúbicos cada dos meses pasará a pagar en cada recibo algo más de quince euros por este canon, en lugar de los seis actuales, es decir, cerca del 300% más. Con ese consumo, la factura total (que incluye el servicio que presta el concello, más la red de alcantarillado y la recogida de basura) oscila entre los 50 y los 60 euros aproximadamente, y con la nueva tarifa decidida por la Xunta, ese precio final se situará entre los 60 y los 70 euros, lo que supone un incremento entre el 15 y el 20% según los casos.

La concejala del ciclo del agua, Carmen Da Silva calificó ayer este canon de la Xunta como "injusto con los contribuyentes, especialmente en este momento, con una grave crisis que afecta a las familias". La edil aseguró que se trata de una subida de impuestos "muy importante y profundamente injusta, que no tiene nada que ver con la prestación del servicio".

Da Silva indicó que el incremento medio supone multiplicar por tres lo que se estaba pagando hasta ahora, por lo que acusó al PP de "no tener en cuenta la situación de profunda crisis de las familias que sufren serios recortes en sus ingresos". Por eso el gobierno municipal solicitará a la Xunta "que recapacite" y "que se paralice la aplicación de este impuesto por injusto". La edil nacionalista criticó además que empresas como Ence no van a sufrir una subida de las mismas características y que, en términos generales, los vecinos tendrán que pagar el doble que Ence. Explicó que la pastera está pagando 700.000 euros al año por el canon del saneamiento, mientras que los vecinos pagan 1 millón de euros, consumiendo mucha menos agua. La ciudad y la ría está depurando cinco millones de metros cúbicos de agua anuales, mientras que Ence 14 millones, aseguró.

El embalse del Pontillón se mantiene en su nivel máximo

El canon del agua que cobrará desde el próximo mes la Xunta está destinado a sufragar obras hidráulicas y de saneamiento e incluso se pensó en aplicar un 50% de exención, el primer año, a aquellos concellos como Pontevedra que cuentan con una depuradora gestionada por la Xunta.

Entre las instalaciones hidráulicas del municipio figura el embalse del Pontillón, principal reserva de agua para Pontevedra y demás concellos de la ría, que presenta desde hace algunas semanas su nivel máximo de ocupación, una situación que garantiza plenamente el abastecimiento a la población para todo el verano. El suministro se realiza en la actualidad desde el Lérez.