"No hay ninguna oferta ni se está negociando la venta del inmueble del asilo". Así de tajante se muestra Eduardo Lastra, abogado que representa a la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, cuando se le pregunta por los rumores que apuntan a una posible operación de venta del edificio de la residencia Virgen del Camino de Pontevedra y de su parcela. Una operación que, estos rumores, apuntan como la verdadera causa del cese de la actividad en el emblemático centro de la tercera edad.

Desde este despacho de abogados dicen entender la contrariedad con la que los usuarios, sus familias y los trabajadores han recibido la noticia del cierre del asilo. Incluso comprenden el revuelo generado en la ciudad al tratarse de una institución tan arraigada en la sociedad pontevedresa. No obstante, aseguran que "no podemos salir a contrarrestar cada opinión o rumor personal que se propague por la ciudad porque pueden ser miles". Insisten en que el principal motivo del cierre del asilo son las carencias que presenta el edificio y que les impide cumplir la normativa legal que se exige para este tipo de actividades. "Es cierto que no existe ningún tipo de últimatum por parte de la Xunta, ni se nos obligaba al cierre", reconoce Lastra, pero añade que la congregación "no puede arriesgarse" a continuar funcionando así, "imagínese usted si ocurre algo grave".

El abogado de la congregación también desmintió algunas de las afirmaciones realizadas por familiares de los internos de la residencia trasladados en los últimos días: "Se ha llegado a decir que ha habido traslados de residentes en camisón y de noche y eso es mentira, se está haciendo a la luz del día y hablando en todo momento con sus familiares", aseguró. Negó también, por lo tanto, que se hubiera procedido al traslado de internos sin el conocimiento o la autorización de sus parientes. "La gran mayoría de las familias están agradecidas y muestran un gran interés para que la congregación pueda buscar una alternativa a sus seres queridos y le facilita esta labor", añadió.

Por último, confirmó que la residencia no cerrará hasta que "todos y cada uno" de los internos estén atendidos y señala que todavía no tienen fecha de cierre definitivo ya que el proceso podría prolongarse durante "semanas o meses". Reconoce que la complejidad estriba en poder encontrar plazas libres en otras residencias, cada vez más escasas. En cuanto a la parte social, es decir los trabajadores despedidos, señala que en cuanto no se conozca la fecha de cierre tampoco se podrá iniciar una negociación con la plantilla. "Por el momento seguimos funcionando y por lo tanto no podemos extinguir estos contratos, ya que tenemos que prestar un servicio". Recuerda que la información trasladada el viernes a trabajadores y familiares de usuarios fue una "comunicación de cierre informal". En cuando se conozca la fecha de cierre "abriremos el proceso de negociación legal que establece la normativa laboral", finaliza.

Los trabajadores calculan que queda en torno a medio centenar de residentes por realojar.

"Las hermanitas mienten", afirman los trabajadores

Más de medio centenar de trabajadores se ven afectados por el cierre de la plantilla, en torno a una docena contratados por la propia congregración y el resto a través de una subcontrata con la empresa Jacoservi. Buena parte de la plantilla inició las movilizaciones ayer para protestar contra el cierre de estas instalaciones. En esta primera concentración, empleadas contratadas por la congregación se sumaron a los que integran la plantilla contratada a través de Jacoservi.

En su pancarta, los trabajadores insisten en señalar que "las hermanitas mienten" sobre las causas reales del cese de la actividad. Cristina Enríquez, de CC OO, insiste en que creen que el solar "está vendido a alguna otra empresa que se dedique a los servicios sociosanitarios". Los trabajadores explican que solo han tenido una comunicación informal de cierre y piden que al menos se abra una mesa de negociación por el cierre, de lo contrario acudirán a presentar denuncia ante la autoridad laboral.