La democracia es una forma de participación, pero también una responsabilidad, por ejemplo con las generaciones futuras. Cercenar sus posibilidades de empleo o de formación durante años por hacer frente a unos intereses abusivos no es ahondar en la democracia sino, muy al contrario, disminuirla. Fue una de las tesis que expuso ayer en Pontevedra el diputado portugués y catedrático de Economía Francisco Louça.

El líder del Bloque de Izquierda llegó directamente desde el Parlamento luso al auditorio de NovaGalicia Banco, sede de la Semana de Filosofía, para recibir el homenaje de los cientos de congresistas que participaron en el simposio, en una jornada de clausura en la que los grandes protagonistas fueron los movimientos sociales.

Precisamente Francisco Louça se refirió a ellos en la despedida de la Semana Galega de Filosofía 2012 como "la respuesta de los jóvenes, desempleados y trabajadores contra el saqueo" al que están siendo sometidos diversos países, caso de España, Portugal o Grecia.

Son, indicó el diputado en alusión a colectivos como los Indignados o Occupy Wall Street, "el corazón de la respuesta democrática, la esperanza de poder contestar a la dictadura del terror financiero".

El diputado luso dedicó la lección de clausura del congreso internacional al tema "As time goes by: la lucha social contra el terror financiero" e incidió en las posibilidades de resistencia ciudadana ante las medidas "que unilateralmente toman las instituciones económicas europeas o internacionales", organismos que, como recordó el ponente, no han sido elegidos democráticamente "pero toman decisiones sobre nuestras existencias".

Los movimientos sociales y su papel como actores políticos fueron también el eje del debate que mantuvieron en la sesión de tarde los representantes de colectivos ciudadanos de distintas localidades. Marcos Cal (de 15M Pontevedra), Roi Ribeira (15M Santiago) Silvia Peinado (15M Madrid) y Marta Álvarez (Asamblea pola Defensa do Barrio do Cura) fueron los invitados a analizar la labor de estas agrupaciones en el encuentro titulado "Malestar, futuro e acción".

Analizaron temas como la primacía del capital sobre los derechos sociales o laborales, un escenario que "hay que cambiar por medio de una vía diferente a lo que los poderes estatales proponen y que tiene que pasar por la cooperación", indica Silvia Peinado.

Ésta aboga por crear "grupos de afinidad, lazos con la comunidad", al igual que Marta Álvarez, que habló de acción directa y autoorganización, por ejemplo para recuperar edificios y abrirlos a cada barrio y para recuperar espacios productivos.

"Ocupar las plazas a mi me parece algo irreal, creo en algo más concreto: recuperar los espacios creando un tejido real, encontrarse en las plazas está bien, pero se necesita algo más", defendió Marta Álvarez, que añade que "la lucha social empezó mucho antes del 15M. No pensemos que antes no existía nada porque solo es una verdad mediática. Hubo perversiones alrededor del 15M y muchas apropiaciones posteriores".

La intervención de los representantes de los nuevos movimientos sociales completó un congreso que ha criticado duramente el neoliberalismo y el "chantaje financiero", que en opinión de los ponentes están minando las democracias europeas. De hecho una de las sesiones de la Semana Galega de Filosofía se celebró por primera vez al aire libre en solidaridad con los afectados por las preferentes.

Estos se manifestaron ante la sede de la Semana y se decidió que la ponencia (que correspondía en ese momento al presidente de la Real Academia Galega, Xosé Luís Méndez Ferrín) se trasladase a la plaza del Teucro. Fue un gesto más para expresar la solidaridad de los ponentes y la organización con ciudadanos cuyos gobiernos "se están sometiendo a las dictaduras de los mercados financieros y de las grandes empresas privadas", como denunció el politólogo belga Éric Toussaint al inaugurar el congreso.