"Nos tendrá que decir la Administración que nos vayamos, pero no será ni por un motivo medioambiental y no porque estemos molestando". Así de contundente se mostraba ayer el consejero delegado de ENCE, Ignacio Colmenares, en relación con el futuro de la planta ubicada en Lourizán, de la que reivindicó su importancia para la comarca de Pontevedra al tiempo que destacó que la factoría cumple con los parámetros en materia medio ambiental.

En declaraciones a Europa Press tras su participación en el foro "Competitividad y desarrollo del medio rural gallego" celebrado en Santiago de Compostela, Colmenares defendió que la planta de la ría de Pontevedra "es magnífica desde el punto de vista industrial, de sostenibilidad y ambiental" y mostró "el compromiso absoluto" con que "en 2014 esta planta no tiene que oler".

Preguntado sobre si prevé que el complejo permanezca en Lourizán más allá de 2018 –fecha límite que dada por la Xunta para que abandone su actual ubicación en la ría de Pontevedra en la que caduca la concesión de Costas–, valoró la importancia del emplazamiento de Ence en la zona, por lo que se preguntó si realmente "tiene que cerrar" una planta que "es referente mundial" y consume "el 50% de la madera de Galicia".

"Hemos hecho unas inversiones importantes para eliminar olores que es lo que creemos que estamos molestando a la población", ha justificado el consejero delegado de Ence.

De esta forma, confirmaba lo que parece una clara apuesta del grupo empresarial por permanecer en Pontevedra más allá de 2018. En diciembre, la Xunta renovaba la Autorización Ambiental Integrada a Ence pero le ponía fecha de caducidad a su presencia en Lourizán: 2018. El grupo empresarial lo dejaba claro. El traslado es inviable y la alternativa, si no puede seguir en Lourizán, es el cierre.

Previamente, Ignacio Colmenares se refirió al "ambicioso" proyecto en el que trabaja para que la madera gallega "continúe ganando peso en la actividad económica".

Así, explicó que en el plan industrial presentado por Ence a la Xunta se incluye una potencia que "podría suponer hasta 130 megavatios de energía renovable confirmada", lo que equivale a una inversión de 450 millones de euros y la creación de 2.600 puestos de trabajo, así como la compra de 1,3 millones de toneladas de eucalipto gallego.

En este proyecto, la producción de celulosa se completaría con una planta biomasa de 50 megavatios en el complejo de Pontevedra, otra planta de 40 megavatios en el Eje Santiago-Pontevedra, y otra de 40 megavatios en A Costa da Morte-Mariña lucense.

Suministro de 160.000 toneladas de madera

Las asociaciones gallegas de productores de madera Promacer y Fomento Forestal han firmado con la compañía papelera Ence un contrato de compraventa de 160.000 toneladas de madera para los próximos 12 meses, ha informado la empresa en un comunicado.

Con esta madera, cuyo precio está indexado en ambos contratos al precio de la pasta de papel, se pretende abastecer los centros de operaciones de Ence en Pontevedra y Navia (Asturias).

Estas dos asociaciones representan a unos mil productores de madera, la mayoría de la zona de Ortegal y Ferrolterra.