A media mañana la larga cola subía por la calle Churruchaos, una imagen que se mantuvo durante buena parte del día y que al llegar la noche llegaba a la Plaza de España, lo que daba idea de la gran afluencia de fieles a la capilla de la calle Tetuán. Ésta amaneció engalanada de flores tras los trabajos de limpieza y adorno llevados a cabo por voluntarias en los últimos días y, un año más, recibió visitas desde primera hora.

Por grupos, los fieles fueron pasando para participar en los rezos y solicitar las Tres Gracias. Según la tradición, el Nazareno intercederá por aquellos que en el día de su festividad (el primer viernes de marzo) le soliciten favores, un rito que los devotos renovaron durante toda la jornada.

Un año más, las flores y velas fueron los principales exvotos de los participantes en la celebración. La mayoría asegura pedir, sobre todo, buena salud, pero en un momento de crisis se multiplican las peticiones de trabajo "o sencillamente dinero", bromeaba una de las pontevedresas a la cola.

También hubo abuelas, caso de Domitila Rivas, que acudieron para agradecer el nacimiento de un nieto o una joven que encendió velas recordando la intercesión del Nazareno "para que aprobase un examen que no tenía nada claro", comenta.

Algunos fieles prefieren guardar el secreto sobre las Tres Gracias (aseguran que el silencio podría ayudar a que se cumplan) y otros, como Juan Vidal, señalan que "realmente no vengo a pedir ninguna gracia sino a rezar al Nazareno en este día".

La capilla de la calle Tetuán no fue el único templo de la ciudad que registró numerosas visitas durante la jornada de ayer. Así, las iglesias conventuales de Santa Clara y San Francisco, en donde se veneran imágenes del Nazareno, también se convirtieron en punto de encuentro de los fieles.

En el caso de San Francisco, se celebraron varias misas (dos de ellas cantadas), el rezo del Rosario y una novena. Se trata de celebraciones muy especiales para, por ejemplo, los cientos de cofrades de la ciudad y colaboradores de las agrupaciones penitenciales que en estos días viven un tiempo de meditación, recogimiento y penitencia en preparación de la próxima Semana Santa.