Ence ultima los preparativos para la parada técnica anual de su fábrica de Lourizán, en la que participarán, además de toda la plantilla (325 operarios), un total de 720 trabajadores externos.

Durante los diez días que dura la parada –entre los próximos 5 el 14 de marzo– se realizarán distintas tareas de mantenimiento y se aprovechará la paralización de la producción para incorporar distintas medidas correctoras del impacto ambiental y tecnologías que contribuyan a mejorar aún más la seguridad industrial.

El grueso de la inversión prevista para esta parada técnica –cerca de dos millones de euros, según informa la compañía– se dedicará a instalar mecanismos reductores del impacto oloroso. Son medidas diseñadas en un trabajo previo realizado por técnicos del Grupo Ence en colaboración con la Universidad de Santiago, que se ha traducido en un Plan de Eliminación de Olores que se aplicará en las tres pasteras del grupo (Pontevedra, Navia-Asturias y Huelva).

El propio consejero delegado del Grupo Ence, Ignacio Colmenares, explicó que Ence se ha marcado como objetivo eliminar los olores de la fábrica de Lourizán antes del 2014 y en este contexto se enmarcan algunos de las actuaciones previstas para la próxima parada técnica de la factoría: se realizarán mejoras en el decantador y se instalarán sistemas para un mayor control del olor en la depuradora y se incorporará tecnología para la condensación de gases con el fin de limitar las emisiones de vapores.

Además se actuará sobre los hornos y la caldera de recuperación en la que se transforman los derivados del proceso industrial (sobre todo la lignina de la madera) en energía.