Más de 52 millones de inversión en suelo industrial y equipamientos solo durante este año (las previsiones señalan a más de 230 millones hasta 2015) o la financiación de empresas a través de la sociedad de capital-riesgo VigoActivo. Son solo algunos de los temas sobre los que decidirá en adelante Teresa Pedrosa, recién elegida máximo cargo ejecutivo de la Zona Franca, una profesional precoz y madre tardía (sonríe si se le pregunta por la conciliación: "es difícil para alguien con niños pequeños y a mi edad, pero lo intento") que hace casi una década se convirtió en la primera mujer en conseguir presidir un organismo de la Xunta. Ella decidiría en adelante sobre un área estratégica en el motor económico de Galicia.

—Su primera visita como presidenta del Consello de Relacións Laborais fue a Citroën...

—Si, cuando fui presidenta del Consello Galego de Relacións Laborais, de 1997 a 2002, una de las primeras visitas fue a Citroën y ahora, años después, voy a ejercer mi actividad al lado y espero con una de las empresas más productivas y más importantes para consolidar el sistema productivo de toda Galicia y por supuesto de Vigo y su área de influencia.

—¿Cómo se plantea la relación con las empresas?

—La zona franca se ha consolidado en estos años, lleva unos setenta años de actividad y ahora mismo tiene consolidado mucho suelo industrial, tres millones y medio en funcionamiento pleno en donde están ubicadas alrededor de 350 empresas que generan alrededor de 18.500 empleos directos. Ahora mismo como comprenderá no puedo hablar de los objetivos de la zona franca ni de los objetivos de mi etapa porque acabo de conocer el nombramiento y todavía no me he reunido con el consorcio ni con nadie del ministerio. En estos próximos días iré analizando cuál es su situación real, como está y cuales hemos de plantearnos como posibles objetivos, pero de momento solo puedo decir que es una actividad y un espacio territorial con un enorme potencial de creación de empleo.

—Recientemente Zona Franca organizó un foro que concluye la necesidad de que Vigo se reinvente ¿comparte este diagnóstico?

—Por supuesto, además he estado siguiendo el contenido del foro y creo que es una de las vías por donde hay que incidir: allí están representados todos los sectores, los más importantes, de la ciudad. Está todo el mundo empresarial, la Universidad, la Xunta, la Cámara de Comercio, los empresarios etc para tratar de apoyar a los emprendedores, sobre todo en lo que tenga que ver con la innovación porque la creación de empleos productivos es la clave para el futuro, creo que por ahí y con la colaboración y participación de todos, se pueden conseguir éxitos en este tiempo importantes, creo que es unas lineas a seguir.

—¿Tiene la ciudad olívica que cambiar su modelo productivo?

—Claro, creo que tenemos que cambiar todo nuestro modelo productivo porque estamos en un mundo en constante evolución y donde las nuevas tecnologías y las nuevas posibilidades de mercado hay que explorarlas y reinventarlas. Es cierto que para tener riqueza hay que tener empleo productivo, y en el empleo productivo esos valores fundamentales asentados en torno a la innovación son claves su desarrollo y su apoyo para poder consolidarse, también para que esos talentos se queden y la riqueza la generen en nuestra propia ciudad. Y además es que este proceso que atraviesa Vigo entronca perfectamente con su carácter de ciudad: Vigo tiene la necesidad de reinventarse como ya se ha reinventado antes. No podemos olvidar que Vigo es la ciudad más industrial, el motor de crecimiento y de empleo de Galicia, del sur desde luego, creo que es necesario en momentos en los que vemos que la actividad productiva estaba encaminada a sectores que ahora son menos productivos saber que hay que apoyar la innovación, que es importantísimo para consolidar luego el empleo aquí.

—¿Teme que provoque recelos el hecho de ser pontevedresa y no tener vinculación con Vigo?

—Espero que no, estamos en un mundo globalizado y aquí ni eso, Pontevedra y Vigo están a 20 kilómetros, y en absoluto temo eso. Yo desarrollé mi actividad profesional en muchas ciudades, en algunas también muy industriales como Algeciras, Cádiz, que también tienen zona franca, en A Coruña, en León, en Santiago, en Pontevedra, y creo que siempre intenté realizar el trabajo con la máxima profesionalidad. No va a influir para nada, a mi Vigo me parece una ciudad maravillosa.

—¿Enfocará su cargo con un perfil técnico o más político?

—Evidentemente este puesto está ocupado siempre por una persona con un perfil técnico-político, casi siempre lo dirigió un profesional pero dentro de la zona franca hay muchísimo personal cualificado, yo soy una persona que me gusta muchísimo trabajar en equipo, oír las opiniones de los demás y la verdad es que no los conozco todavía, ni he tenido por el momento la primera reunión ellos pero seguro que los trabajadores de la zona franca, que son en torno a 70 personas, tienen un perfil profesional excelente y en ellos me apoyaré para ejercer las directrices desde un punto de vista político claramente.

—¿Cómo recibe a nivel personal el cargo?

—Estuve 16 años en la política activa, ahora mismo ejerzo en A Coruña y mi vida laboral es activa, a nivel personal intentaré compatibilizar lo mejor posible el cargo con mi vida personal y familiar a las que por supuesto quiero cuidar también... Y no es fácil, la verdad es que en ocasiones es complicado.

—A mediodía del viernes la llamó la ministra para confirmarle el nombramiento ¿no le había dado pistas Rafael Louzán?

—Si (sonríe) había hablado con Rafael Louzán y con otras personas que siempre consideré que han estado a ni lado como Alberto Núñez, Pilar Rojo y también Louzán en esta etapa de mi vida, estaba ahí en una carrera y surgió. .. Del nombramiento concreto me enteré ayer (por el viernes) que me llamó efectivamente Ana Pastor pero si había tenido conversaciones previas con Rafael Louzán como presidente del partido.

—¿Se llevará bien con Abel Caballero?

—Por supuesto que me llevaré bien, en este momento más que nunca es necesario que las instituciones se entiendan. Me propongo reunirme con él en cuanto tome posesión.