La Concejalía de Benestar Social del Concello de Pontevedra activó ayer un protocolo de emergencia meteorológica ante la inminente bajada de las temperaturas que se anunció en los últimos días y que ayer ya se dejó notar en toda la comarca. Una de las medidas más importantes corresponde a los agentes de la Policía Local, que ayer recorrieron toda la ciudad informando a las personas que no pudieran pasar la noche a cubierto del desplome de las temperaturas para que acudieran a los albergues disponibles a protegerse. Si desistieran de permanecer en estas dependencias, los agentes les explicaban que, al menos, se pertrechen con ropa de abrigo.

Los dos albergues disponibles son los de Cáritas en Monte Porreiro o Calor y Café, de San Vicente de Paul, en la calle Casimiro Gómez número 21, bajo; en el barrio de San Antoniño. Allí también podrán encontrar el servicio de ropero y material de abrigo para poder sobrellevar las bajas temperaturas que se anuncian para estos días.

Las medidas más importantes desarrolladas por el Concello en colaboración con estas instituciones van precisamente dirigidas a estas personas que habitualmente pernoctan en la calle. En el caso de que las plazas disponibles en los dos albergues antes citados no sean suficientes, los responsables de los mismos están en disposición de desviarlos a un hostal acordado por el Concello de Pontevedra.

La concejala de Benestar, Carmen Fouces, aseguró que "en Pontevedra ninguna persona tiene porque pasar la noche en la calle durante esta ola de frío, ya que hay recursos suficientes para albergar a las personas que habitualmente hacen uso de ellos". Por el momento, ayer todavía había plazas disponibles en ambos, pero no se descartaba que con la llegada de la ola de frío su ocupación aumentase de forma considerable, como ya ocurrió durante la madrugada de ayer. En este sentido, matizó que los albergues disponibles son todos para hombres por lo que en el caso de que acudiera una mujer se le podría derivar al hostal conveniado.

El consistorio pontevedrés se mantiene en contacto con las asociaciones que gestionan estos albergues y que ofrecen otros servicios como comida o ropero para conocer sus necesidades y facilitarles ropa de abrigo, sacos de dormir, mantas o alimentos, si fuera necesario.