Pese a que no cuenta con una alarmante mortalidad, la elevada tasa de accidentes de tráfico que se producen en la PO-10 (entre el nudo de O Pino y la avenida de Marín) en Pontevedra siguen situando a dos de los tramos de este vial de circunvalación entre los 25 primeros de la red viaria del Estado que cuentan con un mayor riesgo de registrar un siniestro de tráfico. Así lo apunta el último informe del Real Automóvil Club de España (RACE) dentro del programa europeo EuroRAP 2011 en el que se realiza un análisis de la siniestralidad en los viales estatales.

Los resultados corresponden a la novena campaña en la que se someten a estudio las carreteras españolas y en la que se han analizado datos de accidentalidad referentes al periodo comprendido entre los años 2008 y 2010, por lo que actualiza en un año los datos disponibles anteriormente. Pese a su elevada siniestralidad, la PO-10 logra abandonar los diez primeros puestos de este ranking, ya que ambos tramos de este vial se situaban en el anterior estudio dentro del "top ten".

En la actualidad, el tramo de la PO-10 con mayor riesgo de accidente es el tramo que discurre entre el enlace de la AP-9 y el de la PO-12 en Lourizán. Según los datos del Real Automóvil Club, en el periodo analizado este tramo registró dos accidentes mortales y dos graves y cuenta con una elevada intensidad de tráfico de 12.647 vehículos al día. Unas cifras que lo convierten en el decimoquinto vial más peligroso de España con un riesgo de accidente medio-alto.

Otro de los tramos de la PO-10, el que discurre entre el enlace de la AP-9 y el nudo de O Pino, es la vigésimo segunda carretera con más riesgo de accidente de la red estatal con un muerto y dos accidentes graves en un periodo de dos años.

Motoristas

En el informe Eurorap la PO-10 aparece también como uno de los viales más peligrosos para los usuarios de motocicletas y ciclomotores, encontrándose los dos tramos citados anteriormente en el sexto y octavo puesto en cuanto a siniestralidad. De hecho, este mismo informe señala que el 67% de los accidentes que se producen entre el nudo de O Pino y el enlace de la AP-9 están protagonizados por motocicletas y ciclomotores, siendo de un 50% este porcentaje en el trayecto entre el enlace de la AP-9 y la autovía de Marín.

Curiosamente, los diez tramos con mayor accidentalidad entre los vehículos de dos ruedas están situados en vías desdobladas como es el caso de esta circunvalación pontevedresa. Asimismo, son los dos únicos tramos de la red estatal de carreteras en Galicia que aparecen con una elevada siniestralidad entre las motos.

Pese a esta ligera mejoría en los datos de la PO-10, la comarca mantiene una carretera de titularidad estatal entre las diez más peligrosas de España. Concretamente, en el décimo lugar se sitúa un tramo de la Nacional 554 entre el final de la zona urbana de Vilaboa y el inicio del núcleo de San Adrián de Cobres. Un tramo de siete kilómetros y medio de longitud que acumula dos víctimas mortales en el periodo analizado y un total de 9 accidentes de gravedad. Esta carretera tiene una intensidad media de tráfico al día de 8.408 vehículos y con un riesgo catalogado como medio-alto. Este vial, utilizado últimamente con mucha frecuencia como alternativa a la autopista entre Pontevedra y Rande, es también el tercero con un mayor índice de riesgo de Galicia, tan sólo superado por una de las circunvalaciones de Santiago y un tramo de la Nacional 640 en Lugo.