La concesionaria que explota la estación de autobuses de Pontevedra ha puesto en marcha un plan de mantenimiento y arreglos de la terminal encaminado a subsanar algunas de las deficiencias denunciadas en su día por los usuarios –y recogidas por FARO DE VIGO el pasado 11 de septiembre– y a mejorar el servicio que se presta a los ciudadanos y a las propias empresas de transporte de viajeros por carretera que en ella operan.

El objetivo último es poner fin a la situación de "abandono" en el que se encontraba la estación pontevedresa (idéntica a la de otras centrales de autobuses de Galicia) y a la mala imagen que da a la ciudad una puerta de entrada utilizada por miles de viajeros cada año y que fue calificada de "tétrica" por los propios usuarios.

El plan de actuaciones –reclamado y urgido por la Dirección Xeral de Mobilidade tras constatar carencias "de importancia" con una auditoría externa– cuenta con el plácet de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, que da por buena la hoja de ruta marcada por la concesionaria de la explotación: Estación de Autobuses de Pontevedra S.C.G.

La sociedad concesionaria está integrada por doce compañías de transporte de viajeros por carretera que utilizan de manera habitual las dársenas de la central pontevedresa y que son: el Grupo Monbus (que aporta cinco empresas Auto Industrial SA, Transportes La Unión SA, Castromil SA, Gómez de Castro SA, y Vibasa), Gavisa, Intercar SA, Alsa Internacional, Dainco, Empresa Cuiña SL, Manuel Gómez de Castro SL, Empresa Raúl SA, Donado Campos SL (La Estradense), Transportes Núñez Barros SA y Auto Res SA.

Según confirmaban ayer fuentes de la administración autonómica, las actuaciones previstas tienen un horizonte temporal definido: final de año, aunque se podrá ampliar el plazo, en algunos meses, para la resolución de determinadas intervenciones más complejas y onerosas que, necesariamente conllevarán la solicitud de presupuestos.