Mejorar la calidad asistencial y la comodidad de los pacientes, acortar las estancias hospitalarias y reducir costes. Son objetivos que se dan la mano en la apuesta por la cirugía mayor ambulatoria (CMA) que hace el Complejo Hospitalario de Pontevedra (CHOP), una modalidad que, tras unos iniciales tira y afloja entre los profesionales sanitarios, gana terreno. Paralelamente los distintos servicios trabajan en la reducción de los tiempos de hospitalización pre y postquirúrgicos

A día de hoy tres de cada diez pacientes sometidos a una intervención de cirugía mayor (algo más del 30%) en el CHOP regresan a casa en el mismo día, con pautas prescritas de cuidados, una línea de comunicación abierta con el equipo sanitario que le atendió y una cita de control bajo el brazo.

Se parte de la tesis que el entorno habitual es el idóneo para una pronta recuperación física y emocional del paciente, al tiempo que se le aleja de potenciales riesgos de contagio.

Según explica el gerente del CHOP, José Manuel González, este tipo de intervenciones ambulatorias se incrementó un 23% respecto al pasado año, superándose las 2.500 operaciones en lo que llevamos de 2011.

Todos los servicios quirúrgicos, tanto en Montecelo como en el Hospital Provincial utilizan – siempre que la patología a tratar y el perfil del paciente lo permite– técnicas de CMA. De acuerdo con el balance de actividad que hace el gerente hospitalario, Oftalmología, Cirugía Vascular y Ginecología se sitúan a la cabeza de los servicios que recurren con mayor frecuencia a la cirugía mayor ambulatoria.

"La cirugía oftalmológica es prácticamente toda por CMA, casi toda la patología venosa se opera por CMA y casi la mitad de la cirugía ginecológica es ambulatoria" destaca José Manuel González que añade que cada vez son más frecuentes "las operaciones ambulatorias sobre articulaciones que no supongan implantes de prótesis, las de cirugía abdominal o las de Otorrinolaringología".

Parámetro de calidad

La implantación de la cirugía mayor ambulatoria (CMA) es considerado un parámetro de calidad asistencial pero el recurso a esta modalidad se hace preservando por encima de todo la seguridad clínica, de ahí que se valore el perfil del candidato a la hora de decidir entre cirugía ambulatoria o con hospitalización convencional, no en vano los cuidados postquirúrgicos quedan (aunque tutelados) en sus manos y en los de sus familiares más próximos.

La CMA también se valora como un parámetro de eficiencia dado que conlleva la destreza en el uso de nuevas tecnologías, un mayor control sobre la organización del trabajo (tiempos) y una reducción de los gastos hospitalarios (no hay ingresos).