"Caía una cascada de agua por la bajante del edificio, estaba encharcada ya la galería y el agua había entrado en mi tienda y en la de al lado, Menos mal que pasé por aquí a las once y media de la noche sino no sé que me habría encontrado esta mañana", explicaba ayer Penélope Estévez Blanco, propietaria de la boutique que lleva su nombre en la galería Peregrina y que ha tenido que cerrar temporalmente.

El suelo levantado, la alfombra y muebles destrozados, ropa de temporada expuesta y almacenada afectada... Son las consecuencias de la combinación de las intensas lluvias y el mal estado de la bajante del inmueble que provocó en "Penélope Blanco" daños todavía no cuantificados pero que su dueña estima "cuantiosos" porque además de los desperfectos en el local comercial y la pérdida de mercancía habría que sumar el tiempo que la tienda de ropa tenga que estar cerrada al público. "Calculo que por lo menos quince días porque tiene que venir el perito, hay que hacer arreglos y reponer el stock", señalaba ayer por la mañana mientras acababa de secar el suelo y despejar el establecimiento.

También su compañera de negocio Paula Vidal sufrió el envite del agua aunque en menor medida. En este caso el agua se coló en el interior de la tienda colindante, Nalatcha, y afectó fundamentalmente al suelo, alcanzando también a alguna mercancía.

Paula y Penélope señalaron que el agua también se coló en otro local comercial cercano, aunque vacío.

Ambas dieron la voz de alarma al vecindario sobre lo que estaba ocurriendo y se pusieron manos a la obra para achicar el agua acumulada en la galería que afectaba fundamentalmente al tramo en el que están las tiendas ya que hace una pequeña vaguada y se quedaba allí estancada.