Impulsar proyectos pendientes, coordinar actuaciones entre las distintas administraciones y fijar un canal de comunicación fluido con todas ellas. Con este triple objetivo el alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores, recién incorporado a sus responsabilidades tras las vacaciones, encara las próximas semanas con una agenda de reuniones con diferentes cargos políticos.

Las previsiones de Fernández Lores es que ya en la próxima semana pueda celebrar una reunión de trabajo con el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, para abordar demandas históricas como la ronda urbana y para agilizar la aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Pontevedra, tras las correcciones introducidas a instancias del departamento autonómico hace unos meses.

La aprobación del PXOM es un objetivo prioritario del gobierno local que necesita este instrumento regulador para impulsar el desarrollo urbanístico y socioeconómico del municipio con criterios y directrices del siglo XXI.

Desde hace una década el equipo de gobierno trabaja en la redacción del plan general y su conclusión es un compromiso electoral de los tres grupos con representación municipal.

El alcalde pretender reunirse también lo antes posible con el reelegido presidente de la Diputación, Rafael Louzán, para establecer una hoja de ruta conjunta para proyectos locales en los que estén implicados ambas administraciones. "Los proyectos hay que fijarlos cuanto antes porque en muchos casos, (en infraestructuras viarias o grandes equipamientos) su ejecución duran años y se acaban los mandatos y no se ha concretado nada". Fernández Lores alude expresamente a rémoras como las derivadas de expropiaciones.

También a principios de septiembre el alcalde espera actuar de anfitrión del director general de Tráfico, Pere Navarro, para seguir ahondando en el modelo de ciudad peatonal instaurado en Pontevedra.

Nuevo crédito

Por otra parte el gobierno local intentará acelerar en septiembre la tramitación de un nuevo crédito que permita al Concello afrontar inversiones destinadas a equipamientos, a mejorar la red viaria y sobre todo a dinamizar la economía y el empleo de la ciudad. Antes quieren garantías del Estado de que no les obligarán a usar este crédito para pagar deuda.

Recuerda Lores que Pontevedra es un concello saneado, con un nivel de endeudamiento alejado al 75% de máximo permitido, "andamos por el 38-39%" y que paga a sus proveedores y las nóminas sin problemas.