La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra reserva dos días para el juicio contra dos acusados de urdir una estafa en la que, según el escrito del fiscal, llegaron a apoderarse de cantidades que superan los dos millones de euros obtenidas de 68 "clientes" que resultaron engañados.

Según explica el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, el principal acusado, A. C. H. , de 63 años de edad, durante los años 2001 y 2002 se dedicó a formalizar distintos contratos que la acusación considera fraudulentos.

Así, con la "intención de obtener un beneficio ilícito" y aprovechándose "de las personas que podían tener dinero disponible", el acusado "fingía ser un empresario de solvencia y formalizaba, en un documento privado, un contrato de depósito, que se denominaba simple, en el que aparecía su firma junto con la de la persona o personas que le hacían entrega de la suma que se reflejaba en el mismo, con un tipo de interés muy elevado". Y es que, según se disponía en el citado contrato, "el depositario quedaba obligado a devolver a los depositantes otro tanto de la misma especie y calidad, en el plazo de cuatro meses a contar desde la fecha de formalización del mismo". Añade el fiscal que como garantía de la devolución del capital invertido, el acusado firmaba unos cheques por la suma total depositada y que aparecía reflejada en los contratos, "resultando todos ellos impagados ya que no existían fondos en la cuenta en cuyo cargo tenían que hacerse efectivos". Para el Ministerio Público, el acusado nunca tuvo intención de cumplir dichos contratos.

Colaboradora

La acusación pública también imputa a una segunda persona, una mujer, C. P. A., natural de Salceda de Caselas, quien supuestamente contactaba con los perjudicados y colaborando así con el principal acusado.

En total se formalizaron un total de 68 contratos de este tipo de personas que entregaban diferentes cuantías desde 2.500 euros de la más baja a los 397.611 de la más elevada, según se recoge en el escrito de acusación del fiscal. Existen otros depósitos elevados, como uno de 134.275 u otro de 97.700, así hasta sumar una cantidad de 2,1 millones de euros.

Para el fiscal, los hechos son constitutivos de un delito continuado de estafa y solicita para cada uno de los imputados una pena de cinco años de prisión. El principal imputado es acusado como autor de los hechos y C. P. A. como colaboradora necesaria para llevar a cabo estos hechos.

El procedimiento llega a la Audiencia Provincial después de una instrucción que fue dirigida por el juzgado de instrucción número 1 de Tui y el juicio dará comienzo esta mañana.

Por otro lado, en la Sección Segunda se juzgará a un padre y a un hijo acusados de provocar la pérdida de un ojo a una tercera persona durante una disputa de tráfico en la carretera de Mondariz a Ponteareas.