Los inspectores y subinspectores de Trabajo de la provincia (un centenar de profesionales bajo la dirección de José María Casas de Ron) tienen previsto realizar durante el presente año un total de 13.183 actuaciones fiscalizadoras con el fin de erradicar prácticas laborales lesivas para los derechos de los trabajadores y para las arcas del Estado. La persecución de la economía y el empleo sumergidos y el uso y abuso de mano de obra inmigrante así como la presentación de expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos se situarán en el epicentro de la labor de control de la Inspección de Trabajo en 2011, que también seguirá “muy de cerca” los contratos temporales, las bonificaciones a las contrataciones y las prestaciones por desempleo y sociales así como el cumplimiento de la legislación en materia de seguridad.

La construcción, los servicios industriales y la hostelería serán objeto de una especial atención, ya que es en estos ámbitos en donde los responsables de la Inspección de Trabajo esperan encontrar las mayores bolsas de fraude en relación con la seguridad en el trabajo y con la economía informal. En este último terreno la labor que realice la Inspección de Trabajo y Seguridad Social estará coordinada con Hacienda y la Policía debido a la posible coexistencia de situaciones delictivas.

El control sobre las empresas y los trabajadores de la provincia se articulará en torno a cuatro grandes ejes temáticos: la prevención de riesgos laborales (en este epígrafe el interés se centrará en la seguridad en la construcción y en la investigación de accidentes graves y mortales); el empleo y las relaciones laborales (aquí el protagonismo lo tendrá el seguimiento de los ERE y los contratos temporales); la Seguridad Social (en este campo se hará especial hincapié en los contratos bonificados y las prestaciones por desempleo y sociales) y el empleo sumergido y los trabajadores extranjeros.

El control de las cuestiones prioritarias copará el 55% de las actuaciones fiscalizadoras de la Inspección de Trabajo previstas durante todo el año 2011. En términos absolutos 5.249 intervenciones de un total de 9.533 programadas.

Hostelería bajo sospecha

A esta cifra habrá que sumar una cantidad por determinar de las 3.650 actuaciones sorpresa previstas por la Inspección, en las que jugarán un papel determinante las denuncias previas de situaciones supuestamente irregulares.

Trabajo ha situado a la hostelería en el punto de mira al sospechar que este subsector esconde una de las bolsas de fraude laboral más importantes de la provincia.

De acuerdo con el análisis de situación que hacen en la Inspección de Pontevedra, en esta actividad económica esperan encontrar desde trabajadores extranjeros sin papeles, a empleados con cotizaciones irregulares o sin cotizaciones y vulneraciones reiteradas de las condiciones laborales.

Por este motivo más de la mitad de las intervenciones programadas en el año bajo el epígrafe de empleo sumergido y trabajo de extranjeros se harán en establecimientos hosteleros. Serán 2.200 de las 4.242 previstas a lo largo de 2011. Bajo este epígrafe se realizarán otras 2.250 inspecciones sin avisar.

El empleo doméstico ocupará también un lugar destacado en la campaña contra el empleo sumergido y el trabajo de extranjeros ya que, son conscientes de que en este sector abundan los inmigrantes en situación irregular (“sin papeles”) y los empleados sin contrato que quedan al margen de las obligaciones y derechos que vinculan a los trabajadores dados de alta en la Seguridad Social.

Para sacar a la luz la realidad del empleo en el hogar sumergido y más como medida ejemplarizante que punitiva, la Inspección de Trabajo ha programado en este ámbito 862 actuaciones.