El acuerdo con las entidades financieras (Caixa Galicia, Caixanova y Bancaja) para conseguir los avales que permitan dar liquidez al astillero "está prácticamente cerrado" con lo que se consolidaría otro de los pilares esenciales del plan de viabilidad con el que Factoría Naval de Marín pretende superar la grave crisis que atraviesa. Con este escenario, señala el portavoz de los proveedores y gerente de Nodosa, Rafael Outeiral, todos los esfuerzos se concentrarán, la próxima semana, en tratar de convencer al armador Esvasgt de que mantenga "vivo" el pedido de dos buques X-bow (de apoyo a plataformas petrolíferas), un requisito imprescindible para reflotar la empresa ya que supondría, por un lado, una carga de trabajo para al menos un año y medio y, por otro, el ingreso de 100 millones de euros por cada entrega.

Este "pedido" completaría una cartera que incluye la finalización de un megayate y del segundo velero de recreo más grande del mundo que estarían financiadas por dos cajas una vez que sus primeros contratistas (el naviero vigués Fernández Tapias y un armador alemán) rescindieron sus contratos.

Factoría Naval negocia contrarreloj ya que sobre ella pende un proceso concursal (suspensión de pagos) que será efectivo a partir del próximo 19 de junio, una vez concluido la prórroga de un mes concedida tras los tres meses de "blindaje" frente a sus acreedores que le otorgó la formalización de un preaviso de concurso voluntario presentado el 19 de febrero en el Juzgado Mercantil 1 de Pontevedra.

A pesar de sus dificultades la compañía marinense podría afrontar la construcción de los dos buques X-bow pues tiene el compromiso expreso de Pymar (la organización que aglutina los pequeños y medianos astilleros) de que avalará técnicamente la construcción y el apoyo de la propia Pymar, la Xunta y las entidades financieras para responder con avales, de manera colegiada, de la finalización de los barcos, un proceso con un importe de 20 millones .

El portavoz de los proveedores, Rafael Outeiral, se declaraba ayer "moderadamente optimista" pues entiende que "se están consolidando los distintos pilares del plan de viabilidad de Factoría Naval" : el acuerdo con los proveedores-acreedores está cerrado, la ampliación de capital de dos de los tres socios del astillero decidida, los apoyos de la Xunta comprometidos y el acuerdo con los bancos a punto de cerrarse. Según su análisis la pelota está ahora en el tejado del armador-cliente, un "escollo difícil" pero "no insuperable".