A mediados de los ochenta inició su actividad como crítico de arte y comisario de exposiciones. Tras encabezar diversas representaciones españolas en Eslovenia o Brasil, Santiago B. Olmo puso en marcha varias retrospectivas de artistas europeos y desde hace años presta una especial atención al arte de África y Latinoamérica, un factor que muy posiblemente ha pesado en su designación como comisario único de la Bienal de Pontevedra 2010. Será el año en el que se hará visible la nueva orientación de esta cita artística, dedicada en su próxima edición a Centroamérica y el Caribe. Pero las novedades no acaban ahí: habrá otro calendario de exposiciones (cuatro meses a partir de junio), 9 muestras específicas dedicadas a temas diversos como las migraciones, las historias políticas de esa zona geográfica o los videojuegos y por primera vez la macroexposición sale de la ciudad del Lérez para extenderse a Vigo y Vilagarcía.

—Centroamérica y Caribe, ¿escenas artísticas condenadas al olvido?

—Al olvido. Esa zona del mundo por diversas cuestiones históricas como las guerras, de alguna manera ha estado muy olvidada y algunos procesos de regionalización, a los que ha ayudado también la Bienal de La Habana, han permitido que poco a poco haya una mayor visibilización.

—Ha citado entre los primeros seleccionados para la Bienal de Pontevedra a artistas como Regina José Galindo o Anibal López...

—Esos autores han recibido un reconocimiento a un trabajo que no ha tenido visibilidad, en cierta manera la historia del arte se escribe con lo que tiene más visibilidad, al cabo de un tiempo hay proyectos de investigación que sacan a la luz artistas que fueron en su momento pioneros y eso es lo permite ir revisando la historia. En este caso han sido premios de reconocimiento cuando esos trabajos han tenido su visibilidad: han sido premiados en Venecia cuando ha habido comisarios que los han invitado a participar en la bienal. En los últimos años se ha internacionalizado la escena artística global, hace un tiempo estaba todo compartimentado por países tanto en literatura como en cine como en todo, y ahora hemos accedido a un tipo de discusión e información que es más global, salta por encima de las fronteras y permite una mayor visibilidad. Creo que ese proceso de regionalización que se ha ido haciendo en Centroamérica ha ido ayudando a dar a conocer artistas que de otro modo no habrían podido salir a la luz. Un país como Guatemala evidentemente no despierta el mismo interés que otro como Brasil.

—¿Conocía la Bienal de Pontevedra?

—Sí, he venido varias veces y lo que resulta muy interesante dentro del modelo de bienales que hay es que esta permite hacer un trabajo de investigación centrado en temas muy concretos y delimitados, y permite por tanto comunicar mejor con la ciudadanía y poder informar. Yo entiendo la Bienal también como una herramienta de conocimiento, para los estudiantes, para el público en general, para romper tópicos, una herramienta que ayuda a entender mejor al otro, creo que el arte es una manera de conocer distinta a la de los libros, ofrece otras interpretaciones más ricas, polémicas y de discusión y, por tanto, entiendo que el modelo de la Bienal de Pontevedra permite esas oportunidades. Hay otras bienales donde el discurso es más abstracto, son temas más formales y por tanto hay más dispersión.

—¿En qué aspectos se centrará la edición 2010?

—Nos vamos a centrar en la vinculación de Galicia con esta región, que es en realidad algo muy preciso, y en los problemas de esa región. Eso permite trabajar en una línea más educativa, más divulgativa entiendo. Por eso la Bienal de Arte de Pontevedra me parece un modelo muy interesante, porque el modelo de gran bienal con ideas más dispersas considero que está un poco agotado, hay que buscar alternativas y creo que esa alternativa está más hacia lo educativo, divulgativo y lo informativo y con participación de muchas maneras, de modo que haya muchas actividades.

—Otras novedades serán las visitas, la ampliación de los horarios y el debut en Arco...

—Planteamos también la posibilidad de hacer visitas, por eso también el hecho de adelantar la inauguración, nos parece que la ciudad tiene que disfrutar, participar, intervenir y aprovecharse de la Bienal. Esta es una ciudad que tiene grandes posibilidades y buscamos aprovechar eso. En Arco será una presentación con todos los contenidos, es un espacio adecuado para dar a conocer el intenso trabajo que se ha hecho aquí en los últimos años.

—Del énfasis didáctico de la Bienal 2010 se deduce que no por muy divulgado, el arte contemporáneo deja de ser un desconocido...

—Es un problema sobre todo de educación, nuestras sociedades han tenido un déficit de educación, ésta no ha sido lo más importante, no se ha convertido en un símbolo o un modelo a imitar, ha habido otros modelos que han tomado la delantera como el éxito deportivo, el pelotazo económico, los programas del corazón que han influido muy negativamente en establecer modelos en los que no hace falta ni estudiar, ni trabajar ni investigar para ser conocido y reconocido. Y todo eso ha hecho que el arte contemporáneo se haya quedado más aislado, hay mucha discusión interna, muchos de los temas que se han tratado son temas para un grupo y en esos temas es difícil entrar para el que no tiene una mínima preocupación. ¿Qué ocurre? Que hay también un tipo de trabajos que permite a través de una formulación estética acceder a un conocimiento de vida cotidiana, de problemas sociales, políticos o incluso problemas individuales. Y para eso hay que contextualizarlo, echar una mano a la gente dándole herramientas para que pueda comprenderlo, por eso la Bienal va a intentar hacer un esfuerzo de explicación, un esfuerzo didáctico, que haya textos para quien quiera leerlos.