Prevenir el impacto de la gripe A y evitar en lo posible el contagio de los trabajadores, especialmente de aquellos que mantienen un contacto diario con el público, es el objetivo del protocolo de gripe A que aplicará el concello a su plantilla.

El concejal de Personal, Xosé Antonio García Lores, encabezó ayer la reunión de constitución de la comisión municipal para la prevención del impacto de la gripe A, equipo que supervisará la aplicación del protocolo elaborado en su día por la Xunta.

García Lores explicó que la campaña voluntaria para la vacunación de la gripe estacional (la primera que pone en marcha el concello de Pontevedra) servirá a modo de ensayo para aplicar posteriormente la específica del virus H1N1, "que se estima que estará disponible a partir de diciembre", indicó el concejal.

En los próximos días se repartirá una circular por los servicios municipales para informar a los trabajadores de las jornadas en las que se procederá a la vacunación. Ésta será supervisada por el médico Carlos Martín, responsable de la Unidad Asistencial de Drogodependencias de Pontevedra, uno de los centros reconocidos por el Sergas para la vacunación.

Ambas campañas están abiertas a todo el personal, si bien se consideran colectivos prioritarios el personal de la Policía Local, Bomberos, Protección Civil, los funcionarios que atienden directamente al público, el secretario municipal y el alcalde.

A mayores de las dos campañas de vacunación, la Concejalía de Personal estudia otras medidas preventivas como la adquisición de dispensadores de productos para la limpieza de las manos en seco y otros útiles de limpieza para aparatos de uso común como los teclados de ordenadores o los teléfonos.

El objetivo es intentar quebrar la cadena de contagios una vez que aparezcan los primeros casos y, en general, reducir la incidencia en una numerosa plantilla que ronda el medio millar de trabajadores.