Redacción  Pontevedra

Con un fin de semana inmerso de lleno en el "veranillo de San Martiño", que nunca falta a su cita aunque este año llegó con algo de retraso, Pontevedra vivió ayer temperaturas próximas a los 20 grados, que fueron aprovechadas por muchos vecinos para realizar las tradicionales excursiones a los soutos y recolectar castañas. Un lugar donde estas salidas se han convertido ya en una devoción es la parroquia de Tomeza, que este fin de semana celebró una nueva edición de la "exaltación da castaña". El pasado sábado se llevó a cabo una plantación simbólica de estos árboles en el monte de San Cibrán, y durante todo el fin de semana se ofrecieron degustaciones en diversos bares de la parroquia.

Pero el punto culminante se celebró en la tarde de ayer en la casa parroquial, con un gran magosto para todos los asistentes, organizado por la asociación cultural San Cibrán y la asociación de vecinos San Pedro. La cita se produce cinco días después de la celebración oficial del San Martiño, el pasado 11 de noviembre. También entonces se conmemoraba el día del Patrón de la parroquia de Salcedo, que trasladó a este fin de semana esa fiesta, centrada en buena parte en los actos religiosos pero en los que no faltó, como es obvio, la castaña.

El atrio parroquial de San Martín de Salcedo acogió en la mañana de ayer un magosto popular, amenizado con música popular. No faltó la misa solemne y la procesión.

Durante la jornada de ayer, asimismo, se clausuró la Feira de Outono en el centro urbano, con exposición y venta de productos típicos en la plaza de A Verdura y un festival de panderetas en la de A Ferrería