Condenan a un abuelo a 4 años y medio por abusar de su nieta con la excusa de darle las buenas noches

“Siempre me decía que le tocara, me mandaba”, afirmó la niña, que tenía 8 años | La Audiencia de Ourense ordena incluir el ADN del septuagenario en la base de datos de agresores sexuales

La Audiencia Provincial de Ourense ha juzgado estos hechos.

La Audiencia Provincial de Ourense ha juzgado estos hechos. / IÑAKI OSORIO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Tras dos sesiones de juicio celebradas a finales del año pasado a puerta cerrada, para velar por la intimidad de la víctima, la Audiencia Provincial de Ourense ha dictado una condena de 4 años y medio de prisión contra un hombre, septuagenario, acusado de abusar sexualmente de su nieta menor de edad, cuando tenía unos 8 años. Aprovechó que la niña se quedaba a dormir en su domicilio para cometer el delito.

La resolución, que no es firme y admite recurso de apelación al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), impone al abuelo la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de su nieta, así como a su domicilio y al lugar donde estudia. También le prohíbe comunicarse por un tiempo superior en cinco años al de la pena de prisión.

Además, la sala impone un lustro de libertad vigilada, una vez cumplida la pena de prisión, así como la inhabilitación especial para poder ejercer cualquier profesión, oficio o actividades, cobrando o no por elle, que conlleve un contacto regular y directo con personas menores de edad. Esta prohibición se fija por un tiempo “superior en 20 años”, dice la sala, al de la duración de la pena privativa de libertad.

Asimismo, la sentencia de la Audiencia de Ourense acuerda la inclusión del ADN del encausado en la base de datos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. La indemnización, de 6.000 euros.

Ocurrió "en reiteradas ocasiones"

Los magistrados ven probado que el autor del abuso sexual aprovechó que era el abuelo materno de la niña, y que se hacía cargo con frecuencia de ella durante los fines de semana, en su domicilio. “En reiteradas ocasiones” –afirma la sentencia–, el septuagenario hacía que la menor le tocara su pene, cogiéndole incluso él la mano si ella no quería, al tiempo que el encausado le hacía tocamientos en el culo. Los abusos eran cometidos cuando ambos se encontraban solos en la habitación en la que la menor dormía, “aprovechando este último la excusa de acostarla y darle las buenas noches”, añade la sentencia.

En el juicio, el abuelo que ahora es condenado alegó que nunca hizo tocamientos a su nieta con ánimo sexual, ni tampoco le pidió que ella lo tocara a él.

Desveló los hechos en una consulta con la psicóloga

La víctima no quiso volver a dormir en su casa. A su madre le decía que tenía pesadillas y no estaba cómoda. La menor contó los hechos a su psicóloga. Su madre la llevó a la consulta porque sufría ansiedad.

Después de que el acusado se hubiera operado de una hernia, ella le preguntó qué le habían hecho y él le enseñó su pene. “Me dijo que le tocara para ver lo que era. Siempre me decía que le tocara. Me mandaba tocarlo”, declaró la víctima. Los abusos ocurrían cuando él iba a darle las buenas noches.

El juicio se celebró a puerta cerrada, en dos sesiones, para preservar la intimidad de la víctima.

El juicio se celebró a puerta cerrada, en dos sesiones, para preservar la intimidad de la víctima. / I. OSORIO

Pedía a su madre que fuera por las noches a recogerla

“Cuando nos dábamos abrazos, siempre me tocaba el culo”, añadió. Algunas veces también le dio besos en la boca, diciéndole que era un juego. La menor ya no quería quedarse a dormir y le pedía a su madre que viniera por las noches a recogerla. La pareja del acusado aseguró que jamás tuvo conocimiento de tocamientos. Él cometía los abusos mientras su compañera estaba en el salón.

El acusado “buscaba un espacio de intimidad” para cometer los abusos sobre su nieta, señala la Audiencia. “La forma en la que se producen los tocamientos está también orientada a reforzar las cautelas para impedir ser descubierto, pues el acusado no se desvestía para la realización de los hechos”, añade el tribunal.

El Imelga consideró "altamente creíble" la versión de la niña

“La narración es constante en el tiempo y contundente”, afirma la sala. Los problemas psicológicos de la menor son “difícilmente explicables si no responden a un hecho traumático como el vivido”, completan los jueces. La pericial del Imelga consideró “altamente creíble” la versión de la niña.

“La declaración de la menor resulta plena en detalles (...) sin que se aprecie la existencia de ningún móvil espurio en su actuación, pues ni la mueve la enemistad con el abuelo ni presenta ganancia objetiva alguna, al suponer estos hechos la desvinculación de la menor con su abuelo, con el que le ligaba una relación de afectividad”, razonan los magistrados.