Fin a 1.500 viajes al año desde Ourense a Vigo para hacerse un PET: el CHUO incorpora un equipo

Los viajes de un mínimo de una hora de duración por trayecto, que asumían los pacientes ourensanos para hacerse un PET en el hospital vigués de Meixoeiro –en 2022 se desplazaron 1.500 personas de esta provincia; unas 1.200 entre enero y septiembre de 2023–, terminarán con la entrada en funcionamiento, en el mes de diciembre, de esta tecnología, que mejora la capacidad de diagnóstico en procedimientos neurológicos y oncológicos, ya desde fases tempranas.

El PET permite resolver dudas de identificación de tumores que, en ocasiones, otras pruebas como el TAC no esclarecen del todo. Además, ayuda a medir el grado de extensión de los tumores, dónde están localizados, si afectan a los ganglios o si existe metástasis. “Otra aplicación frecuente es ver la evolución, una vez iniciado el tratamiento, como sucede con los controles con PET en los linfomas, lo que permite cambiar el tratamiento cuando no hay respuesta”, explica Ramón Guitián, jefe de servicio de Medicina Nuclear en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO).

“Es un salto enorme; el equipo es de los mejores del mercado, de los más evolucionados”

La dotación de este equipamiento, así como de dos gammacámaras –instaladas de manera provisional en el hospital Santa María Nai– ha supuesto una inversión de 5,7 millones, entre las obras y las máquinas que renuevan el área de Medicina Nuclear, gracias a los fondos europeos ‘Next Generation’.

Los estudios más demandados para el empleo de PET son en cánceres de pulmón, cuya casuística es variada, así como en los linfomas y los tumores de próstata y colon. La necesidad de este tipo de pruebas de alta resolución en Ourense, un territorio envejecido, es alta, por lo que la implantación de la tecnología en el CHUO evitará una media de 1.500 desplazamientos anuales de pacientes de esta provincia que requieren un PET. “Es un salto enorme; el equipo es de los mejores del mercado, de los más evolucionados”, dice el jefe de servicio.

“Es una tecnología a la altura de cualquier PET-TAC instalado a día de hoy en el mundo”

El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, acudió este miércoles al hospital de Ourense y anunció que, entre principios y mediados de diciembre, entrará en funcionamiento el PET. La Xunta veía prioritario que los pacientes ourensanos pudieran hacer estas pruebas sin tener que salir de la provincia, con los inconvenientes personales y familiares que, según el caso, supone organizar los desplazamientos. “Además, para los ciudadanos de Pontevedra y de Vigo también es una buena noticia, porque el espacio que ocupaban los pacientes de Ourense va a quedar liberado, por lo que las pruebas serán más ágiles”.

Comesaña destaca que la máquina de la que dispone ya el CHUO “es una tecnología a la altura de cualquier PET-TAC instalado a día de hoy en el mundo”. El conselleiro indica que “con este equipo y con el que también se instala en Lugo estos días, cambiamos el mapa del PET en Galicia; vamos a dar un acceso mucho más corto a los pacientes que lo necesitan”.

La puesta en funcionamiento del PET en el hospital de Ourense ha necesitado el diseño y la construcción de una nueva área de Medicina Nuclear. En 2024, las obras continuarán para la instalación de dos gammacámaras, instaladas por ahora de forma provisional en el planta baja del edificio Nai.

“Queremos tener profesionales que trabajen en Ourense con todas las tecnologías disponibles, y que ninguno se tenga que marchar porque aquí no haya PET, o cirugía robótica o un TAC espectral. Es una apuesta que llevamos tiempo haciendo para adaptar las infraestructuras”

Los fondos europeos ‘Next Generation’ han hecho posible la adquisición del PET –1,5 millones de euros–, las dos gammacámaras –1,4 millones–, así como la ejecución de las obras, por 2,8 millones. La Xunta destaca que, una vez terminados los trabajos y la instalación de los equipos, la inversión en el renovado servicio de Medicina Nuclear superará los 5,7 millones de euros.

“Queremos tener profesionales que trabajen en Ourense con todas las tecnologías disponibles, y que ninguno se tenga que marchar porque aquí no haya PET, o cirugía robótica o un TAC espectral. Es una apuesta que llevamos tiempo haciendo para adaptar las infraestructuras”, subraya el conselleiro.