Los clanes castrexos y las legiones romanas apuran las horas previas al arranque del Esquecemento para acabar sus construcciones a tiempo, para ser el corazón de la fiesta que desde mañana y hasta el domingo se celebra en el concello de Xinzo de Limia, donde ayer la alcaldesa, Elvira Lama, acompañada por varios concejales, recorría el campamento en medio de los frenéticos trabajos que están llevando a cabo sus integrantes. 

Los recibió el presidente de la asociación que organiza la fiesta Civitas Limicorum, Marcos Argibay. Este año los castrexos estarán formados por 19 grupos, mientras que las legiones contarán con un total de 16. Entre unos y otros, cerca de quinientas personas formaárn parte de una de las piezas claves de la fiesta. 

La regidora de Xinzo incidió en que el gobierno local “hará todo lo posible para hacer de esta fiesta un referente para Galicia y España”, buscando primero conseguir la declaración de Interés Turístico Autonómico. Además se encargó de recordar que la principal novedad de esta edición es la reorganización de los espacios que tradicionalmente ocupaba o Esquecemento. Así el campamento se desplaza hacia la parte del Toural más próxima a la explanada donde se instalarán los puestos del mercado, que serán alrededor de treinta y en su inmensa mayoría artesanales.

El mercado se traslada desde el centro de la villa, de forma que se agrupa todo lo relacionado con la Festa do Esquecemento en una misma zona. Con esta reorganización, las calles del centro y Xinzo quedan libres durante el fin de semana para el uso público, por lo que el gobierno local tomó la decisión de restringir el acceso de vehículos. 

Con todo el trabajo ya en marcha, puesto que también se han acometido las labores de limpieza para el cruce del río Lethes el domingo a las 17.30 horas, la organización espera recuperar este año el nivel de participación y asistencia previo a la pandemia, cuando las cifras hablaban de 13.000 personas.