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El fuego se reaviva en Carballeda quemando 2.400 hectáreas, casas y provocando desalojos

El viento de más de 65 km/h encendió de nuevo un incendio que estaban “controlado” y que llegó hasta O Barco | Las viviendas arrasadas estaban deshabitadas y seis aldeas de los dos municipios fueron evacuadas

Las llamas al pide de la N-536 en O Barco de Valdeorras. // BRAIS LORENZO BRAIS LORENZO

Desde las ventanas de las casas de O Barco se vio como el mar de fuego se comía la sierra, descendía la ladera y obligaba a evacuar a vecinos de sus viviendas por peligro grave. El incendio de Carballeda de Valdeorras, que había arrasado 1.100 hectáreas y que estaba “controlado”, se reavivó por las rachas de viento superiores a 65 km/h y fue quemando más de 2.400 hectáreas hasta penetrar en el municipio barquense y poner en peligro a varias parroquias.

Tres mujeres guian a un burro lejos del humo y de las llamas en O Barco de Valdeorras. | // BRAIS LORENZO

El gobierno gallego decretó el nivel 2 de alerta por la proximidad de las llamas en Carballeda de Valdeorras donde ardieron varias casas deshabitadas en la parroquia de Candenda y donde sus vecinos junto con los de Domiz tuvieron que ser evacuados. Además de estas dos localidades, los núcleos de Alixo, Raxoá, Miñarouso, Coedo, Santigoso y Soulecín, en el municipio de O Barco, también tuvieron que ser evacuados por la velocidad a la que las llamas arrasaban todo a su paso.

Un amplio dispositivo de los servicios de extinción cubrieron los principales puntos para frenar el fuego pero se antojaba imposible. Además de contra el viento, los profesionales y vecinos tuvieron que combatir las temperaturas extremas que había en la comarca donde alcanzaron los 43.1º de máximas históricas. La ceniza amarilleaba el cielo y el negro coloreaba la montaña barquense amenazando la integridad de los propios profesionales de extinción (tres tuvieron que ser evacuados y uno fue traslado al hospital barquense por un golpe de calor) así como del material de extinción con una motobomba y una bulldozer completamente calcinadas.

Los vecinos de las casas de Viloira y Coedo, en O Barco, veían como el fuego se acercaba imparable, y al cierre de este periódico, eran estas dos aldeas las que veían como las llamas se acercaban con rapidez. El gobierno municipal de O Barco trasladaba su “preocupación” por “la difícil situación” que estaban atravesando y calificaba el escenario de “complicado”.

Casas salvadas en Oímbra

El este ourensano sufre, pero también el sur donde los incendios iniciados en Portugal traspasan la raia seca, amenazan poblaciones y queman más de 20 hectáreas en San Ciprián, Oímbra. Este es otro ejemplo de la voracidad de las llamas donde llegaron al principio del pueblo, por la zona de la frontera portuguesa, y donde el gobierno gallego también tuvo que decretar el Nivel 2 de alerta por la proximidad con varias casas.

La alcaldesa, Ana Villarino (PP), explicaba ayer que “no sé como se salvaron, por cuestiones divinas y por las labores de extinción y las mangueras, porque las llamas quedaron muy cerca de las casas”. Señalaba que fue necesario evacuar a esos vecinos afectados y que el objetivo era “que no quemara esas casas y llegara hasta el pueblo”.

Pero ese no fue el único incendio ayer en Oímbra al que tuvieron que hacer frente ya que en Videferre se reactivó el que se produjo el viernes por culpa del viento y fueron necesarios los servicios de extinción para tratar de pararlo.

La columna de humo en el Parque Natural de O Invernadoiro. // BRAIS LORENZO BRAIS LORENZO

O Invernadoiro, todo negro

El este sufre, el sur se ve amenazado y el Macizo Central cambia el verde naturaleza por el negro ceniza. El incendio que se inició el pasado viernes de madrugada en la parroquia de Pradoalbar, en Vilariño de Conso, se mantiene activo quemando unas 200 hectáreas provisionales, según afirma la Consellería de Medio Rural. Además, con el viento y el calor la propagación en el día de ayer se produjo de forma acentuada y fue necesario llamar a más medios aéreos para tratar de parar las llamas.

En total, la semana se cierra con más de 2.700 hectáreas ardidas y con Carballeda de Valdeorras y O Barco siendo el incendio más voraz e importante de Galicia. Falta saber las hectáreas ardidas en O Invernadoiro y también la afectación final en el sur ourensano con Oímbra como especial foco de preocupación. Los cuatro costados ourensanos sufrieron y sufren las consecuencias de la tormenta que descargó el jueves más de 6.000 rayos en Galicia.

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