Situado al sureste de la provincia, en la comarca natural de A Limia, el concello de Sandiás ocupa gran parte de las tierras desecadas de la laguna de Antela. A 34 kilómetros de la capital provincial, con la que se comunica por la Autovía de las Rías Baixas A-52 o por la vieja Nacional 525, además la carretea OU-531 lo une a las villas de Celanova y Xinzo de Limia. Carece de ríos importantes, únicamente se pueden mencionar el canal de desagüe de la Laguna y el arroyo de Piñeiro. La actividad fundamental es la agricultura, siendo cultivada con éxito la patata, existiendo también varias granjas. La población en 2021 era de 1.181 habitantes, ocupando una superficie de 52,84 km2. Se distribuye en 17 núcleos menores que se agrupan en tres parroquias. El escudo municipal en campo de gules (rojo) una torre sobre ondas que hacen relación a la torre y a las aguas de la laguna.
El paso de un trazado del camino de Santiago subraya la importancia viaria de esta zona, camino que hoy se ha revitalizado contando con un moderno albergue de peregrinos.
El concello está también constituido por una zona montañosa, con altitudes que oscilan entre los 700 y los 900 metros en los montes de Cantariñas (893 m.), Souteiro, Nogueira, los de Coalloso y O Castro y la gran llanura mencionada que ocupó la laguna de Antela, desecada en 1956, en la que los vecinos comerciaban en el pasado con las sanguijuelas utilizadas en medicina. Cultivándose también con éxito el lino.
Patrimonio arqueológico
Lo que queda dicho sobre el rico pasado lo declaran los muchos restos arqueológicos y las piezas que se conservan en el Museo Arqueológico provincial. Se localizan miliarios en Vilariño das Poldras y de Zadagós. La prueba de la gran romanización de la comarca sería la canalización de la Laguna de Antela, a través de un desaguadero principal y de una tupida red de pequeñas canalizaciones de las que todavía se pueden observar los restos en forma de U en el área recreativa del canal de la laguna de Antela.
De la invasión de los suevos y pueblos germánicos solo recuerdos en los topónimos como en el caso de Sandiás, de origen germánico. La ocupación de la zona es prehistórica, relacionada con los poblados lacustre de la Laguna de Antela que estudió en investigador Conde Balvís en los años 50 del pasado siglo. La cultura castrexa en la Edad del Hierro se documenta en varios castros entre ellos en los Montes de Castro, cerca de Sandiás, en el monte Pendón de Santa Mariña, cerca de Piñeira de Arcos, en el Montiño, cerca de Santa Ana, y en la Coroa, cerca de Arcos. El paso de la vía Nova (la XVIII) dio en época romana vida a la zona en Sandiás, donde se localiza la mansión Géminas. Otro miliario apareció en el año 1995, en un lugar conocido como A Gandra.
Torre Castillo
Sin duda es el monumento más representativo. Se le denomina Torre do Castro y es el único vestigio de un castillo del siglo XII, levantado sobre un castro romano. Gruesos muros y elementos defensivos que recuerdan haber tenido protagonismo en diversos momentos, tanto medievales como modernos: guerras fronterizas, arrasado por los irmandiños, se reconstruyó y en el siglo XVIII. Fue punto de concentración de tropas en las guerras con Portugal. Desde él se contempla una extraordinaria vista de la desecada laguna.
Las parroquias que forman parte del municipio son tres. Couso de Limia (Santa María). La iglesia conserva una parte románica del siglo XII, a las que en el siglo XVII se le añadió nave y cabecera. Retablo mayor barroco con relieve de la Asunción de buena mano. Cruz parroquial de plata del siglo XVII y custodia de sol del platero de Celanova Feijoo Lizana. La casa rectoral, edificio del siglo XVIII. En el lugar de Vilariño das Poldras, el Pazo o Casa Grande do Penedo o dos Marquina, de planta regular, construido sobre una gran roca, de ahí el nombre. Su cronología va del siglo XVI al XIX, con balcones y galerías que le dan prestancia. Escudo nobiliario barroco. Y jardines que tuvieron fama. Inmediata y vinculada a la casa, la capilla dedicada a San Mateo, por una feria que se celebra en septiembre fiesta de este santo, pero en ella se venera a Nuestra Señora de la Luz, que preside el retablo mayor barroco, de arquitectura popular con un alpendre. El pazo do Telleiro, en planta con forma de U, se construye en el siglo XVIII, con capilla de la que solo quedan restos. Gran escudo barroco de detenida labra sobre la puerta principal, con las armas de los Cea, Salgado, Deza e Inquisición. Hermosa la chimenea rematada en pináculos con bolas. Además, otros elementos como canzorros, balaustres, escalera y otra chimenea son de interesante labra. Con motivo de la desecación de la laguna desapareció el Puente das Poldras, con 12 arcos y un miliario romano.
Piñeira de Arcos (San Xoán). Iglesia de cantería construida en 1863 sustituyendo a otra anterior. Se conservan restos de un retablo barroco. Calvario barroco y talla barroca de San Gonzalo de Amarante que no es advocación habitual. Cruz procesional del siglo XVIII de brazos sinuosos. La inmediata casa rectoral es un edificio de los siglos XVIII y XIX que con sus dos torreones esquineros tiene aspecto de fortaleza. La capilla de Santa Marina de planta rectangular es obra con calidad, con espadaña-torre de dos cuerpos, pináculos y buena cantería. La imagen de la santa es una magnifica talla del siglo XVI cercana al quehacer de Cornelis de Holanda. Hay otras tes capilla dedicadas a San Antonio de Padua, San Pedro y San Roque dentro de la tipología de las capillas de arquitectura popular.
Sandiás (San Estebo). La iglesia es una bella construcción de los comienzos del siglo XVI debida al maestro portugués Bartolomé de Nosendo que gozó de prestigio y tuvo encargos de importancia en Xunqueira de Ambia y el monasterio de Trandeiras. De una sola nave, con presbiterio de planta cuadrada cubierto con rica bóveda de crucerí, con las claves decoradas. Columnas con capiteles ornamentados con decoración renacentista. Pero sobre todo destaca la portada de estilo manuelino portugués que no es habitual en Ourense, remata con una imagen de San Pedro. Muy valioso el conjunto de obras de escultura, comenzando por el retablo mayor clasicista de predela, dos cuerpos y ático y tres calles del escultor Francisco de Moure, las tallas de San Pedro y San Pablo llenas de fuerza. La pintura de pintor portugués Domingos Lourenço Pardo. La cruz procesional de plata fechada en 1771. Al lado de la iglesia la casa rectoral, es un buen edificio del siglo XVIII, la fecha 1755 figura en el dintel. Elegante galería sustentada por pilares. La capilla de San Benito de A Uceira es espacio religioso, además con interés paisajístico, como un verdadero vergel que el párroco Manuel Fernández Vidal, recientemente fallecido, mimó. La capilla es edificio sencillo del siglo XVIII, como el retablo y la imagen del santo, objeto de devoción en toda a Limia, siendo muy concurrida su fiesta del 11 de julio. Además, hay una Capilla de San Miguel en Coalloso.
Varios edificios pacegos enriquecen en catálogo patrimonial. El pazo llamado do Espido, en el lugar de As Pegas, construcción de los siglos XVI a XVIII, de planta en L, con muros de perpiaño labrado en la fachada y cachoteria en el resto. Escalera exterior con patín y hermosa chimenea con remate de pináculos con bolas. En el portalón de entrada aparece la fecha que lo data en el siglo XVII y tres piedras armeras con las empresas de los Armada, Salgado, Araujo y Puga. A su vera, capilla dedicada a la Magdalena, de planta rectangular, de principios del siglo XVIII con escudo de armas en un lateral.
La casa grande llamada de Santa Ana es resultado de diferentes ampliaciones. La portada lleva la fecha 1790 con un valioso escudo nobiliar que es anterior y vuelto a colocar aquí. Elementos de calidad constructiva son la escalera y también la capilla inmediata a la casa del siglo XVIII y dedicada a Santa Ana.
Ya he mencionado algunas romerías como la de San Bieito de A Uceira, de gran tradición en la zona. Y la que el 21 de septiembre se celebra en honor de San Mateo en Vilariño das Poldras. Existen en las tres parroquias, cruceiros cerca de las iglesias. Sencillos y del siglo XVIII el de Sandias, con esculturas del crucificado y la Virgen, los otros del XIX en Sandiás, también peto de ánimas de traza sencilla con arco de medio punto. La llamada Fonte dos Canos también en Sandiás, puede ser del siglo XVII, contando el conjunto con un lavadero, remata en frontón y con dos caños de los que se ha servido la gente de la aldea de Abaixo. También en el entorno de los pazos, diversas construcciones como palomares y hórreos relacionados con la agricultura y la ganadería.
Organiza el Concello, al menos lo ha hecho con éxito en un sábado de julio, visitas guiadas al Pazo do Telleiro de Couso, explicando el edificio y la vida de los hidalgos rurales. También es de resaltar la actividad ecuestre, con oferta de aprendizaje, paseos y buenas instalaciones. Como en toda A Limia, se celebra el carnaval con características similares.
La gastronomía comparte las ofertas de toda la comarca, destacando la patata y los productos derivados del cerdo. Hay oferta digna de restaurantes.
