Desde el año 2010, Brais Lorenzo Couto (Ourense, 1986) ha documentado con una mirada sensible, con una facultad casi pictórica de hacer fotografías, el grave problema de los incendios forestales, una amenaza muy seria en territorios donde al cambio climático se añaden factores que favorecen el avance del fuego, como el abandono del medio rural, la despoblación y el envejecimiento extremo.

Este miércoles, en su tercera jornada recorriendo monte arrasado para reflejar las terribles consecuencias para la flora y la fauna del frente de más de 30.000 hectáreas en la Sierra de la Culebra, en Zamora, Brais Lorenzo recibió una llamada.

Le comunicaron que ha sido galardonado con el XVI Premio Luis Ksado de creación fotográfica, por su trabajo sobre “el drama humano y ecológico” de los incendios forestales.

Fuego en Sabadelle, en agosto de 2013. BRAIS LORENZO

Su propuesta, con el título de ‘Lume’, narra la tragedia del fuego con una selección de imágenes de varios de los incendios más graves que se han producido en los últimos años en Ourense, en una provincia que guarda varias similitudes con Zamora: las dos comparten la edad media más elevada y son los territorios que más población han perdido, porcentualmente, en las últimas décadas.

Las llamas han calcinado 90.000 hectáreas en diez años en Ourense, más de la mitad de la superficie quemada en Galicia durante ese tiempo.

Un brigadista en Castrelo do Val, en 2012. BRAIS LORENZO

El área de Cultura de la Diputación de A Coruña anunció este miércoles que el jurado destaca del trabajo de Brais Lorenzo –colaborador de FARO y de la agencia EFE–, la actualidad del tema, “contado nunha secuencia que visualiza o drama humano e mais o ecolóxico. Todo na liña do máis puro fotoxornalismo, onde a narrativa visual fai fincapé nas persoas que viven intres de tensión”.

Una casa arrasada en Carzoá, Cualedro, en 2020. BRAIS LORENZO

El premio tiene una dotación económica y apuntala, todavía más, el prestigio profesional del fotoperiodista ourensano, que ha sido reconocido en numerosos certámenes, como el Ortega y Gasset, el News Photo Awards, el Carracedo o el Galicia en Foco, por su trabajo sobre la pandemia de COVID: una lectura desde Ourense de una crisis de escala planetaria. Como el cambio climático, como el fuego.

“La sociedad valora a los triunfadores, es absurdo pero así funciona. La partida económica ayuda a continuar proyectos y fortalece un poco la idea de que lo estás haciendo bien”, subraya.

Caballos trotan por un monte calcinado, en 2016 en Entrimo. BRAIS LORENZO

"La crisis medioambiental debería estar mucho más presente entre nuestras preocupaciones"

“Haber documentado incendios durante más de una década hace que sean casi un tema de una vida. Desde 2010, tristemente todos los años hay que abordar este asunto. La crisis medioambiental debería estar mucho más presente entre nuestras preocupaciones”, señala Lorenzo.

Un crucero en un monte arrasado por el fuego, en 2015. BRAIS LORENZO

El problema no mejora, sino que va a peor, salvo algunos años, como el pasado en Ourense, en el que nos salvamos puntualmente gracias a la meteorología. Los incendios forestales son cada vez más agresivos, por el cambio climático y fenómenos como la despoblación. Antes llamaban la atención incendios de más de 300 o 400 hectáreas, y ahora sufrimos algunos de varios miles de hectáreas. Han crecido mucho la superficie afectada, la voracidad y las consecuencias para el monte y para la fauna”, lamenta Brais.

Incendio en Cabreiro, en Cualedro, en agosto de 2015. BRAIS LORENZO

“Intento tener una mirada propia, personal y profesional, y mostrarla”

Su mirada cercana y empática define su sello propio. “Aparte de preocuparme el patrimonio natural, siempre me ha interesado el trabajo de los bomberos forestales y también, por lo que hemos vivido varias veces en Ourense, cómo la gente sufre los incendios en los pueblos: ese drama humano de personas de edad avanzada, en muchos casos, unido al abandono del rural y a la despoblación. Siempre he intentado centrarme en las consecuencias del fuego para la gente que habita el rural”, expone el fotoperiodista.

“Intento tener una mirada propia, personal y profesional, y mostrarla”. Y ese ojo privilegiado para la luz, el encuadre y la elección del instante preciso le sigue reportando éxitos.