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Jácome: “Si el PP no les hubiera apoyado, los traidores no se habrían lanzado”

Nada volvió a ser igual en Ourense después de la denuncia de los díscolos de DO ante la Fiscalía en 2020, salvo que los populares regresaron al bipartito “sin pedir perdón”

Pérez Jácome y Miguel Caride en la campaña para las elecciones municipales de 2019. | // BRAIS LORENZO

Todo estalló en días, aunque la operación ya se había fraguado en los meses anteriores. Unas palabras de Pepe Araújo (Ciudadanos) encendieron una mecha política y judicial que todavía tiene consecuencias. Se cumple un año de la ‘Operación helicóptero’ en la que las fuerzas de seguridad iban a detener a Jácome por vía aérea. De momento, sigue en el sillón de la Alcaldía.

La gestión económica del líder DO fue el detonante de una denuncia de cuatro exintegrantes de la formación ante la Fiscalía para poner en conocimiento de la justicia presuntos actos que podrían constituir delito. Los díscolos, “tránsfugas” para Jácome, se reunieron el 27 de agosto de 2020 para que Jácome diera explicaciones, sin saber el líder de la formación que ya lo habían denunciado a la justicia. ‘House of Cards’, a la ourensana.

Sin casi tiempo de reflexión para analizar los movimientos que se estaban produciendo, el líder de DO perdió un pilar afín, Mario González dimitía el 1 de septiembre por sus “desavenencias” en temas de cultura. Y tras su salida, se produjo la ruptura total de la formación de Democracia Ourensana. Tal día como hoy, hace un año Jácome señalaba a Caride como instigador de la “traición” y lo destituía con el apoyo de María Teresa Rodríguez, que ya había firmado la denuncia contra Jácome ante la Fiscalía y que aquel día “se comprometió” a seguir trabajando de la mano con el alcalde.

Una semana y DO había saltado por los aires. Con la perspectiva que da el tiempo, el regidor ourensano señala que “he aprendido que el porcentaje de traidores es muy importante en todas las organizaciones y lo hemos visto también en el partido de Ciudadanos, en el momento en que el partido se va al pique la gente empieza a no ser leal. La gente es leal por interés, si no aflora un porcentaje de deslealtades considerables. Es un porcentaje muy alto el que hay. He aprendido también que si las cosas se hacen bien, estadísticamente, suelen ganar los buenos”.

“No es una crisis de gobierno”

Mientras se desencadenaban las filtraciones desde el seno de DO sobre presuntas mordidas que el regidor pedía para ser asesor y se pone en duda la gestión económica de la formación, el socio de gobierno en el Concello de Ourense guardaba silencio. Manuel Baltar fue el primero en pronunciarse diciendo que “dejemos las cosas de partido para el partido. En el Concello hay un pacto que está funcionando perfectamente y que sirvió para aprobar unos presupuestos de futuro”.

Después de las palabras del presidente provincial, Jesús Vázquez catalogaba que “no es una crisis de gobierno, es una crisis de partido y pedimos a Jácome que solucione los problemas internos”.

“Siempre lo mantuve, no hubo solo una mano negra, si no que hubo varias"

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El PP se distanciaba de la operación para derrocarle de un bastón de mando que ellos mismos les habían entregado. Sin embargo, Pérez Jácome arguye que “sí, siempre lo mantuve, no hubo solo una mano negra, si no que hubo varias. Hubo una mano negra que se inició por traidores de DO con la luz verde del PP, si no hubieran tenido un colchón del PP o una red, diciéndoles que les apoyaban para que esto salga, ellos no se hubieran lanzado por sí solos”.

Los populares suspendieron el pacto el 8 de septiembre. Salieron de un bipartito donde solamente quedaron dos. La resistencia, Jácome y Armando Ojea. El regidor dice que “el pacto del PP con Democracia Ourensana lo rompió Baltar unilateralmente cuando se fueron del Concello de Ourense los ediles del PP”.

Telmo Ucha fue el salvavidas de Jácome. La decisión del nuevo edil de entrar al lado del líder de la formación, después de barajar varias opciones, fue determinante para que siguiera (y siga en el poder). Y, al menos, convocar las juntas de gobierno ya que el reglamento del Concello establecía que tenía que haber un mínimo de tres componentes para, en segunda convocatoria, quedar constituida la reunión de la junta de gobierno.

Gonzalo Pérez Jácome, en en el interior del Concello de Ourense. | // BRAIS LORENZO Redacción

El proceso judicial denunciado por los díscolos de DO iba en paralelo, al juicio político. Del “Juego de Tronos” del BNG, al “esperpento” del PSdeG. Los partidos de la oposición pidieron al alcalde que dimitiera en un pleno ordinario. No solo ellos, el PP y los díscolos también. 24 votos de 26 para que se marchar. Él lo tenía claro. Las mociones de los plenos no son vinculantes.

"El PP no pidió perdón, ni se le espera"

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Pasaron los días, semanas y meses. Un Concello gestionado por tres personas. Más de 20 competencias repartidas entre tres ediles y una pandemia a la que hacer frente. Al respecto, el regidor señala que “la gestión con tres ediles fue fantástica, una gran gestión y sigue siéndolo ahora. Cuanta más gente, mejor, pero se gestiona bien con tres”.

Con los ediles del PP fuera del Concello, hubo baile de sillones y de asesores en la Diputación y en el Concello. La trastienda de la política nunca deja indiferente. Pero si con Villarino no y sin él tampoco, el PP de Ourense se reconcilió con Jácome para regresar al gobierno. Pasaron de ser 14, mayoría absoluta, a ser 10, ni mayoría. Un regreso excusado en una estabilidad ficticia. Sobre la relación actual de Jácome con sus actuales socios de gobierno, dice que “desde la traición ha cambiado, obviamente, ellos estaban implicados en la conspiración. Y ojo, ellos no han pedido perdón ni se le espera. Si no han pedido perdón, es que si pudieran lo volverían a hacer”.

Municipales

Cuando se deja atrás el ecuador del mandato, los partidos empiezan a perfilar la ‘preprecampaña’. Esa que va desde el ecuador hasta el inicio de la precampaña, pensando en estrategias para sacar rédito de los últimos días de mandato. Y es que en el último pleno del Concello de Ourense, la palabra “municipales” se repitió en más de una veintena de veces, síntoma de que ya las ven a la vuelta de la esquina.

Pérez Jácome analiza que la situación de la “traición” de los díscolos y del PP “me ha beneficiado porque la gente suele ponerse del lado del atacado injustamente y sobre todo si ha visto que soy una persona que resisto y eso es valora y se premia”.

“Mantengo lo que siempre dije pactaría con el diablo si consigo traer el cielo para Ourense"

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La formación de DO tiene que buscar elegibles para las municipales de 2023 y el líder admite que tiene la lección aprendida. Jácome confiesa que “peor no se puede elegir, así que cualquier elección que hagamos va a ser mejor que la que hicimos”. Y añade que “básicamente, la gente que me traicionó ya había enviado signos y yo no los quise ver, así que una culpa mía fue importante”.

De todo aquello ya ha pasado un año. Democracia Ourensana se quedó con solamente tres ediles, los díscolos están inmersos en un proceso que los podría declarar tránsfugas, el PP ya no da mayoría al bipartito, Mario González se apartó de la vida pública y Manuel Álvarez “Fórum” es el principal crítico de Jácome, tras ser vicepresidente de la formación.

Nada ha vuelto a ser igual, aunque la filosofía de Pérez Jácome sigue siendo la misma, sobre reeditar un pacto con Manuel Baltar en las instituciones ourensanas: “Mantengo lo que siempre dije pactaría con el diablo si consigo traer el cielo para Ourense y en ello estamos, intentando traer el cielo para Ourense”.

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