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DO en la encrucijada: tensiones, pacto de reflexión y una cohesión degradada

Los críticos del alcalde Jácome no hacen declaraciones tras la reunión para analizar la crisis del partido - El líder de la formación bromea con la dimisión y evita pronunciarse

Jácome, líder de la formación, fue el último en salir de la reunión en el Hotel Princess. // Carlos Peteiro

La gestión económica "personalista" de Pérez Jácome resquebraja la unión de Democracia Ourensana y e erosiona todavía más con "la falta de transparencia" sobre la financiación del partido y la gestión de las donaciones individuales que recibe la formación. Ayer, se celebró una reunión en la sala de juntas del Hotel Princess (que cambió de ubicación hasta dos veces) para analizar la crisis interna que vive la formación, con detractores de la gestión de Pérez Jácome, y sus afines.

No fue de trámite. Según pudo saber FARO, la tensión en la reunión fue una de las características que cortaba el ambiente y que crecía con la "preocupación" por parte de los detractores por desconocer las cuentas del partido. Tras más de una hora y media de reunión, los ediles de DO fueron saliendo sin hacer declaraciones. Manuel Álvarez interpeló al portavoz y al alcalde, Armando Ojea se fue "a firmar decretos", Mario González no dijo ni palabra, como tampoco lo hicieron María del Mar Dibuja ni María Teresa Rodríguez Garrido. Los dos que probablemente tenían más que decir, tampoco soltaron prenda. El portavoz de la formación, Miguel Caride, alegó que "no vamos a hacer declaraciones porque es a lo que hemos llegado" y el regidor ourensano bromeó en presencia de los profesionales de la comunicación sobre su dimisión: "Y esta expectación, ¿qué es para hacer declaraciones sobre mi dimisión?".

Pacto de reflexión

El silencio gobernó la salida de los ediles de DO y la declaraciones no sirvieron para profundizar sobre la crisis interna que agrieta el partido. Según pudo saber FARO, se llegó a un pacto de reflexión por ambas partes en el que la ausencia de declaraciones sería la norma no escrita. Un contrato verbal que el líder de la formación rompió en la redes sociales y que genera "más malestar" entre sus detractores. Las explicaciones de Pérez Jácome no sirvieron para apaciguar la preocupación por la gestión económica del partido. Ahora, toca un impás. de silencio.

El margen de confianza de los detractores se rompió y la tensión marca las relaciones en el grupo, con una cohesión degradada con su líder. No solo por la gestión de los fondos, sino por la actitud que mantiene en las redes sociales, que sus críticos quieren desmarcarse de forma "radical" porque no comparten "muchas cosas de las que publica y dice".

Fuentes consultadas admiten que la desconfianza generada "no tiene vuelta atrás" y que la falta de transparencia sigue marcando la dirección de DO, una huella que no deja indiferente a los ediles críticos.

Las redes sociales son el medio y el altavoz del líder de la formación y, en ellas, publicó un comentario diciendo que "finalizamos la reunión de DO en Hotel Princess. Seguimos trabajando..., por Ourense".

El nuevo curso para Democracia Ourensana se inicia con la tensión como punto de partida y con la pérdida de confianza total por parte del sector crítico en su líder. El acuerdo de un pacto de reflexión por parte de ambos no hace más que agrietar en dos bandos la formación con una cohesión perdida que difícilmente será posible recuperar.

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