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Del radar de tramo a la doble continua, medidas contra la siniestralidad grave en dos nacionales

El límite a 70 controlado durante 3,8 kilómetros en la N-525 terminó con los peores accidentes: un solo herido leve desde enero de 2016 | La prohibición de adelantar y un radar reducen el riesgo en la N-120 a Os Peares

El radar de tramo en la N-525 y la doble línea continua en la N-120. // FERNANDO CASANOVA

En uno de los tramos más peligrosos históricamente de la provincia de Ourense –en un periodo de seis años, siete personas perdieron la vida y doce resultaron heridas de gravedad–, la siniestralidad vial casi se ha erradicado. En la otrora conflictiva salida norte de Ourense por la N-525, en la que se registraban numerosos accidentes, sobre todo colisiones frontales debidas a invasiones del carril contrario, solo ha habido un accidente con heridos desde el 1 de enero de 2016 –es decir, en cinco años y medio– entre los kilómetros 242 y 246 de esta transitada carretera nacional: una persona resultó herida de carácter leve en un siniestro ocurrido la noche del 18 de noviembre de 2016.

La administración implementó un serie de medidas entre las que destacan el radar de tramo: a lo largo de un trayecto de 3,76 kilómetros, en el sentido Santiago, con doble carril para la fluidez del tráfico pesado y para facilitar las incorporaciones en intersecciones con localidades y naves emplazadas en el margen de esta vía, se controla el límite de velocidad de 70 kilómetros por hora. Fue instalado el 1 de diciembre de 2015 y opera desde el 1 de marzo de 2016.

Calcula la velocidad de paso entre el arco situado en O Viso, antes de la salida a una gasolinera, y la incorporación poco antes de Gustei (Coles) a la OU-150, que va a A Peroxa. Son 3,76 kilómetros limitados a 70 de máxima y de media, entre los puntos 242,2 y 246,0. El que en su día fue el segundo radar de tramo instalado en España en una vía convencional se apoya con una cabina de cinemómetro fijo en el kilómetro 244,85, sentido Ourense.

El radar de tramo entre Ourense y Coles en la N-525 controla el límite de 70 km/h. // F. CASANOVA

Además de esta medida, se suprimieron todas las zonas de adelantamiento, también se acometieron mejoras en el firme y se instalaron marcas sonoras entre los dos sentidos de la circulación, así como unos pivotes separadores naranjas experimentales, para ayudar a que no se cometan invasiones de carril.

El pasado mes de agosto, el Ministerio de Transportes aprobó provisionalmente el proyecto de trazado de mejora de la seguridad vial en la intersección de Ribela, entre Ourense y Coles, donde se prevé la construcción de un enlace y la reordenación de accesos a la N-525, en el kilómetro 244,37. El objetivo es crear un enlace a distinto nivel de la actual intersección entre la nacional y la vía local OU-0552, para dar servicio a varias parroquias y aldeas, como Ribela y Sobral, cuyos vecinos llegaron a manifestarse en diciembre de 2016 para reclamar la actuación, hartos de dar rodeos para poder cambiar de sentido.

La siniestralidad no ha desaparecido, en cambio, en la N-120 entre Ourense y Os Peares, pero la tendencia mejora tras la implementación paulatina de varias medidas. Desde 2016 y hasta la fecha, entre los kilómetros 547 y 566 de esta vía –que conduce a la Ribeira Sacra, Lugo (a través de Monforte de Lemos) y Valdeorras–, se han registrado un total de 19 accidentes con víctimas: 2 personas fallecieron (en julio de 2016 y marzo de 2019), 11 sufrieron lesiones graves y 23, leves. No obstante, desde el siniestro mortal registrado el 28 de marzo de 2019, en el que otra persona quedó herida grave, en este tramo de la nacional N-120 ha habido 3 heridos de consideración y 3 leves.

Doble línea continua y marcas sonoras en la N-120. // F. CASANOVA

La velocidad se limitó a un máximo de 90 km/h en enero de 2019, con dos zonas rebajadas a 70, en los cruces de Melias (Pereiro de Aguiar) y Penalba (Nogueira de Ramuín). En esta última hay un radar fijo sentido Ourense, también desde principios de 2019. Otra de las medidas de los últimos años ha sido la prohibición de los adelantamientos en gran parte de este tramo que une Ourense y el límite provincial con Lugo. A petición de la DGT, se instalaron marcas sonoras en el eje de la calzada para evitar invasiones de carril contrario por despistes, causa de siniestros más graves. Este cambio se hizo justo antes del confinamiento de 2020.

El peligroso km 4,2 de la OU-540: 26 heridos en diez años

La OU-540, que une Ourense con Celanova, la Baixa Limia y la frontera con Portugal, tiene “un punto delicado”, como reconoce la DGT, en el kilómetro 4,2, en el entronque en Bentraces con una salida de la autovía A-52. Entre 2010 y 2020 se registraron 12 accidentes –5 en 2010, cuando este tramo era considerado un punto negro– que dejaron 10 heridos graves y 16 heridos leves. Además hubo otros 16 siniestros con daños materiales entre 2014 y 2020.

Señalización de las obras para la rotonda de la OU-540. // FERNANDO CASANOVA

Una glorieta en vez del stop

La zona se encuentra en obras y desde la instalación de pivotes plásticos de señalización no ha habido siniestros. La Xunta, titular de la vía, ejecuta una glorieta tras varias solicitudes de la DGT, porque la señal de stop no siempre era respetada.

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