La política ourensana es un polvorín. Después de que este jueves se conociese que los tres ediles díscolos de Democracia Ourensana (DO) y Laurenano Bermejo, de Ciudadanos, dejaban sus partidos al unísono y se pasasen al grupo no adscrito; llegan las reacciones. La primera por parte de la formación naranja en la ciudad de las Burgas. Desde Ciudadanos solicitan que el concejal Bermejo entregue su acta de regidor "en virtud del compromiso suscrito a través de la carta ética de Ciudadanos que exige a todos los cargos electos bajo las siglas del partido que devuelvan su acta en el supuesto de abandonar la agrupación".

El que fuera secretario de la organización de Ciudadanos en Galicia, aseguró que abandonaba el partido por su acercamiento al sanchismo: "Ya no es la formación a la que yo había pertenecido. Dejo el partido para no cambiar de ideas".

"Ciudadanos lamenta, condena y rechaza este tipo de comportamientos que degradan la política e incumplen los compromisos adquiridos al aceptar la responsabilidad de ostentar un cargo público", continúa el comunicado del partido naranja, que asegura que Bermejo antepone sus intereses personales "en perjuicio de todos los afiliados que siguen trabajando por este proyecto". "Se infringe la norma básica de Ciudadanos de servir exclusivamente al interés general de la sociedad", sentencia.