La sección segunda de la Audiencia Provincial de Ourense ha condenado a doce años de cárcel a un conductor sin carnet que se dio a la fuga tras arrollar a un motorista, que falleció a causa del atropello.

Los hechos tuvieron lugar en la N-525 a su paso por Ourense. El 7 de septiembre de 2019 sobre las 11.00 horas, el ahora condenado, después de haber consumido bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes, conducía a más de 125 km/h por un tramo con limitación a 60.

A esa velocidad, realizó una maniobra antirreglamentaria de cambio de carril con la que impactó con una moto, que quedó atrapada por la llanta de su rueda trasera contra el frontal del vehículo.

El padre de la víctima iba detrás, en otra moto, comunicados por radio y escuchó el fuerte ruido y el grito de su hijo. Ambos regresaban a Portugal tras unos días de vacaciones en Galicia, aunque la víctima finalmente falleció en el hospital tras las heridas sufridas.

El Ministerio Público solicitaba para el acusado 20 años de prisión por el atropello, la conducción sin carnet y bajo los efectos de alcohol y drogas, y omisión de socorro, ya que siguió conduciendo hasta que su propio coche dejó de funcionar al haber perdido todo el aceite por el impacto. El tribunal, finalmente ha considerado al acusado culpable de delitos de homicidio, conducción temeraria y conducción sin carné, y además de la pena de prisión, le ha impuesto la privación del permiso de conducir durante seis años.

  • “Oí un ruido y gritos de mi hijo, el conductor pasó muy rápido y tenía una sonrisa en la boca”

Los jueces relatan en la sentencia que, tras realizar una maniobra temeraria y arrollar al motorista que le precedía, el condenado aceleró la marcha, por lo que “el conductor de la motocicleta resultó envuelto y atrapado en los bajos del Audi conducido por el acusado durante una distancia aproximada de 50 metros”.

Los magistrados subrayan que el sospechoso, que tenía 36 años, “no solo no frenó su turismo tras contactar con especial violencia con la motocicleta, sino que aceleró y, con ello, arrastró brutalmente al motociclista, lo que a buen seguro le causó la muerte”.

El tribunal asegura que percibió que llevaba arrastrada a la víctima bajo su coche y no frenó. “Tal y como se demostró en el juicio, el motociclista era muy corpulento y la percepción de su arrastre bajo el turismo era indiscutible. Sabía que, si no frenaba tras el alcance inicial, las consecuencias, plenamente perceptibles, serían letales, y a pesar de ello, continuó su marcha”, recalcan los magistrados en la resolución.

Antepuso su propósito de no ser descubierto (por hallarse privado del permiso de conducir) a aminorar el daño físico a un tercero”, manifiestan los jueces, quienes señalan que, pese a las “reiteradas advertencias” de su copiloto, no detuvo el coche.