Recurrirá la nulidad de la prueba clave, la exclusión de la totalidad de la testifical y pericial, así como la previsible absolución en la sentencia, en la que la Audiencia Provincial de Ourense detallará su criterio sobre la vulneración de derechos fundamentales a los acusados por la escucha, que consideran una prueba ilícita. La fiscal, Pilar Manso, impugnó las decisiones de los magistrados, contrarias a su tesis, incluida la negativa a que fuera leída la declaración en fase de instrucción de los encausados. En este punto se produjo este jueves, en la sesión final del juicio, el punto de mayor tensión entre la fiscal y la magistrada presidenta del tribunal de este proceso y ponente de la sentencia, Ana del Carmen Blanco, a quien Pilar Manso había recusado tras abrirse la fase de juicio, sin que aquella acción prosperase.

La fiscal apeló el artículo 24 de la Constitución Española y jurisprudencia del Tribunal Supremo para argumentar que la lectura de las declaraciones debe ser tenida en cuenta, incluso ante posibles recursos de nulidad, considerando “arbitraria” su exclusión. La magistrada interrumpió para recordarle que no procedía y que ya se lo habían manifestado en la sesión anterior. Ese corte no sentó bien a Manso: “Tengo derecho a la palabra. Si no puedo opinar ni decir nada, no sé qué pinto en esta sala”, criticó.

No fue el único momento de la sesión definitiva que puso de manifiesto el clima entre la magistrada y la representante del ministerio público. Tras anunciar que mantenía la acusación, la presidenta instó a que informara en un máximo de 30 minutos. La fiscal recordó que en este juicio ella se ha enfrentado a una decena de abogados cuyo tiempo total ha superado al suyo, también en las cuestiones previas. “Se nos está vedando de forma continuada el derecho a la tutela judicial efectiva en defensa de los derechos de la sociedad”, advirtió Manso. “No pido que se me den 4 horas, pero si a cada uno se nos conceden 30 minutos, yo tendré que contar con algo más”. La presidenta respondió así: “Admitimos la protesta, queda consignada y cuando quiera puede informar”. Esa negativa cortante desagradó a la fiscal: “La verdad es que nos lo están poniendo muy difícil, casi sería mejor que nos dijeran al inicio del juicio que no compareciéramos”.