Desde que ejerce como ordenanza en la sede provincial de la Dirección General de Tráfico (DGT), David Cano (Ourense, 31 años, nacido en 1988) ha sido testigo del antes y después, a consecuencia de la crisis sanitaria, en la rutina de los días. “Al principio de la pandemia, al ciudadano le costaba y había medidas que no comprendía por qué eran como eran, pero poco a poco la gente se ha ido adaptando”. Lleva año y medio trabajando como personal laboral fijo, tras poder elegir destino en su ciudad después de un examen de oposición perfecto. En el test obtuvo la máxima puntuación posible: 100 puntos sobre 100. “Me siento muy orgulloso”, concede al final de la conversación, en la que se desenvuelve con humildad. David, que tiene una discapacidad intelectual reconocida del 37%, es uno más entre los 35 trabajadores públicos de la oficina de la DGT en Ourense, ubicada en la calle Sáenz Díez. “No tengo ningún tipo de problemas para hacer mi trabajo. Me siento completamente integrado”.
Después de obtener el graduado en Educación Secundaria en el Instituto Otero Pedrayo, David se desempeñó durante cinco años en el sector del reciclaje, a través de la asociación a favor de las personas con discapacidad y de sus familias Aspanas, de la que era usuario. Una vez probada la experiencia en el sector privado, se decidió a preparar oposiciones para acceder al sector público a través del cupo de plazas reservadas para las personas con una diversidad funcional. Cano se había presentado en tres ocasiones con anterioridad, comparte, y “a la cuarta”, tras estudiar “a tiempo completo”, consiguió el pleno de puntos, un “éxito” que le permitió elegir su destino laboral en su ciudad. “Había dos plazas para Ourense, quedé de primero y tuve ese privilegio de poder escoger. Es muy satisfactorio no tener que desplazarme a otro municipio y trabajar donde vivo”.
El examen, tipo test, preguntaba a los aspirantes sobre administración general y las labores propias del puesto de ordenanza. En su jornada, que se desarrolla por las mañanas, durante el horario de atención al público, David Cano se dedica a labores como preparar el correo, informar al ciudadano que accede o hacer fotocopias. “Estamos muy contentos con su trabajo”, indica el jefe provincial de la Dirección General de Tráfico, David Llorente.
En la sede en Ourense de la DGT trabajan en la actualidad un total de 33 funcionarios y 2 laborales fijos (David es uno de estos últimos), así como 6 empleados que pertenecen a empresas con un contrato de servicios: un vigilante, un informático, un operario de mantenimiento y tres de la limpieza. La relación con el usuario en su puesto de atención al público es, por regla general, agradable. “Normalmente, la gente suele ser educada, aunque siempre hay excepciones. Puede venir una persona malhumorada por cualquier cuestión, pero el clima suele ser bueno”.
David asegura que, a lo largo de su vida, nunca ha sentido discriminación ni tampoco ha sufrido un trato displicente. Integrado en su entorno laboral, este ordenanza se siente a gusto en su puesto actual pero tampoco descarta prepararse más adelante para otro puesto en la administración. “A día de hoy me siento conforme, estoy bien, pero en un futuro igual me lo planteo”. Desde su ejemplo de integración, Cano considera que el colectivo de personas con una capacidad distinta “debería tener más facilidades para acceder a los puestos de trabajo. Puede ser que con un mayor porcentaje de plazas reservadas”, relata.
