El cuerpo municipal de bomberos de Ourense tendrá en torno a veinte efectivos más para paliar sus carencias, pero la mala noticia es que no será previsiblemente hasta el año 2021. La culpa es "de la burocracia" municipal, según señaló ayer el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, durante su visita a ese parque de bomberos de la ciudad, para tratar de apagar los ánimos "en llamas" de sus efectivos.

Los bomberos de Ourense viven un verano aún más complejo que el resto del año, no solo por la proliferación de incendios, sino por lo que consideran una dotación de medios humanos y técnicos tan exigua, que ponen en riesgo su seguridad, y la de los ciudadanos, denunciaron ayer en FARO, pues llegan a tener solo seis personas en el turno. "Si hay dos accidentes a la vez, una de las víctimas tendrá que esperar", advirtieron.

Por ese motivo ayer el alcalde cursó una visita al recinto acompañado a por la concejala de Seguridad, María Dibuja, "para conocer la situación real de los bomberos de la ciudad", señaló. Allí el alcalde explicó que se está intentando dar respuesta a las necesidades que arrastran los bomberos pero recordó que estas "arrastran de quince años atrás" especialmente en dos ámbitos, el de personal y el de los medios materiales que necesitan para el buen ejercicio de su trabajo.

Respeto al primero, Pérez Jácome anunció la intención de contratar 20 personas, 10 bomberos y 10 interinos, "pero lamento decir que la burocracia pueda retrasar esta realidad hasta el año 2021".

Además también echó la culpa al papeleo, de los problemas derivados de la falta de material que padece este cuerpo local desde hace años.

Todo eso a pesar de que están todavía sin invertir los millones d euros que se han ido acumulando de los fondos que, desde hace al menos siete años va entrado de las aseguradoras a través de Unexpa, y que el Concello no ha invertido. "Nos impiden comprar vehículos, trajes y otros materiales a pesar de contar con el dinero que anualmente llega a través del convenio con UNESPA", alegó el alcalde.