El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, fue el encargo de oficiar, a mediodía de ayer desde el santuario de Fátima, esa misa con la que remata la novena más multitudinaria de la diócesis, y que en un contexto sanitario normal tendría que haberse oficiado en la Catedral de Ourense.
El prelado se refirió a los cambios de vida y conductas, "y de la forma de entender nuestro comportamiento no solo externo sino nuestra vida religiosa", que ha supuesto esta pandemia .
"Unos y otros pregonaban que vivimos en una sociedad del bienestar, que tenemos casi todo y disponemos de los mejores medios de emergencia médica. Y así es, pero un pequeño virus ha sembrado el temor, el dolor, la enfermedad y la muerte" indicó y adelantó que traerá también una crisis social y económica.
Por todo ello se sumó a una iniciativa que calificó de "genial idea" de la parroquia de Fátima de O Couto de cambiar esas pautas de comportamiento y cambiar las flores con las que cada año agasajaban las madres a la imagen mariana con la que luego engalanaban la carroza durante la procesión, ambos anulados este año, por la "flor de la caridad" señaló y entregar ese dinero que se iba a gastar a en flores, a una cuenta con la que ayudar a paliar los grandes estragos que se prevé que cause en sectores más desfavorecidos por la pandemia.
Cómo ayudar
De hecho Cáritas atiende través de la parroquia de Fátima a más de 300 personas y se espera que al remate de esta etapa de confinamiento la vuelta a la vida convencional tras la alerta sanitaria, se ponga en un brete también a más familias y persona que se pueden quedarán sin ingresos, dada la ante la previsión de la patronal de un gran número de cierres de empresas.
La cuenta para dar esas ayudas que iban a dedicarse a flores es ES0202388240030700291964.
