La entrega de los Premios da Cultura Galega contó con las actuaciones musicales de la Coral de Ruada, Álvaro Iglesias y Cástor Castro (contrabajo y buzuki), Baiuca y Aliboria en un acto protagonizado por la Ribeira Sacra y su candidatura a Patrimonio Mundial tras obtener la declaración de BIC.

El presidente del colectivo O Sorriso de Daniel, el ourensano Dieter Moure, puso la voz crítica al recibir el premio en la modalidad de Patrimonio. Recordó que el expediente de la Ribeira Sacra excluyó más de 50 edificios románicos y ofreció el premio a cambio de que el románico de la Ribeira Sacra "deje de verse como adjetivo" en la candidatura ante la Unesco. "No hay románico mayor y menor, y esas 50 iglesias que se quedaron fueron llaman a gritos por nosotros".

Moure apostó por el románico como motor de desarrollo económico para una zona "muy castigada demográficamente" y apuntó que Galicia cuenta con profesionales (arquitectos, historiadores del arte, guías, gestores culturales, turísticos y medioambientales) "que pueden crear y dar valor añadido donde hoy no lo hay".