Mientras algunos precandidatos hablan ya de pactos a dos o tres bandas entre los aspirantes como si acceder a la secretaría provincial del PSOE fuera la antesala de un bipartito, en toda regla, otros recurren a la memoria histórica, como Noela Blanco, para recordar a Manuel Suárez, el alcalde socialista asesinado tras la sublevación militar, como símbolo de un libro de estilo ideológico que muchos creen que el partido ha ido perdiendo en el camino.

Los más prácticos optan por darle la vuelta al retrato del Pablo Iglesias fundador para no ver rostros del pasado y piden un modelo "adaptado a la realidad actual" como Álvaro Vila que propone la adhesión a programas de la UE. Ahí es nada.